En la misiva, el líder de ERC asegura que no sale de su asombro cuando su equipo le comenta insultos a personas que, como los citados anteriormente, "critican la represión contra el republicanismo, cuando piden una solución política al conflicto entre los gobiernos catalán y español". "Especialmente cuando en muchos de sus entornos esto no suma puntos, precisamente", apunta. "Por eso, cuando mi equipo me comenta insultos que estas personas reciben crónicamente por parte de algunos independentistas, simplemente no salgo de mi asombro", añade.
Asimismo, ha confesado que le gustaría que el cantante Joan Manuel Serrat o la diputada de los 'comuns' Elisenda Alamany también llegaran a considerarle "entre sus amigos" algún día.
Junqueras asegura que, sin importar la "valoración que puedan hacer" dichas personas sobre su "acción política y gubernamental", una discrepancia política que, confiesa, a veces es mutua, en ellas no puede "ver más que amigos".
El dirigente republicano argumenta que "es más importante que nunca recordar esta lección: no hay República sin fraternidad, y la fraternidad solo puede nacer de nuestra capacidad de hacernos amigos de aquellas personas de las que discrepamos".
Desde su punto de vista, los insultos motivados por dicrepancia política "son reprobables por simple ética, pero también porque nos alejan de la República". "Por suerte o por desgracia", explica, "el contexto geopolítico y social en que se mueve el independentismo catalán hace imposibles cualquier camino hacia la República que no transite por vías estrictamente pacíficas", especificando que él lo considera una suerte.
Además, aprovecha para recordar la iniciativa apoyada por Ciudadanos de quitar lazos amarillos del espacio público. "Cuando Ciudadanos intenta provocar tensión alrededor de elementos emocionales, como por ejemplo los símbolos, sabe lo que hace", dice. Según explica, Ciudadanos "sabe que su única esperanza de victoria se encuentra en imposibilitar la cordialidad y los buenos sentimientos entre el republicanismo y las personas que discrepan de él".
Finalmente, Junqueras advierte de que "los que quieren apuntalar el régimen del 78 al precio que sea" van a intentar convertir su juicio, que ha calificado de "injusto", "en una explosión de odio irracional". "Nuestra labor es impedirlo", afirma. "En una proclama que diga que nos enfrentaremos al odio, pero que no odiaremos. Que no renunciaremos a la libertad ni a la amistad. Que conseguiremos la República haciéndonos dignos del sueño fraternal de Schiller, concluye.
eldiario.es