Grandi inauguró en Brasilia un encuentro regional sobre un drama que se propaga en el mundo y que en América Latina y el Caribe tiene desde hace años una mayor expresión en los casos de Centroamérica y Colombia, a los que se ha sumado ahora el éxodo de venezolanos que huyen de la crisis en que se ha sumergido ese país.
El titular del ACNUR no citó ninguna situación específica, pero sí dijo que en América Latina, así como en otras regiones del mundo, "todos los días miles de personas, mujeres, hombres, niños, toman la decisión más difícil de sus vidas, salen de sus casas y dejan atrás sus países, debido a conflictos" de diversas naturalezas.
Grandi valoró la forma en que los países de América Latina y el Caribe "han enfrentado y enfrentan" esas situaciones, subrayó que ACNUR "responde a sus solicitudes" y ofreció una cooperación aún más estrecha frente a un "creciente" flujo de refugiados que, aunque no identificó, "representa un gran desafío".
En la inauguración de la conferencia, que servirá para preparar la aportación regional para el Pacto Global sobre Refugiados que se debate en el ámbito de las Naciones Unidas, participó también el canciller brasileño, Aloysio Nunes, quien se refirió a la "crisis humanitaria" en Venezuela y a su repercusión regional y en Brasil.
Según ACNUR, unos 133.000 venezolanos han solicitado refugio en otros países entre 2014 y 2017 y a ellos se agregan otros 363.000 que se han acogido a otras "alternativas legales", que son ofrecidas especialmente por países latinoamericanos.
Unos 40.000 han llegado al estado brasileño de Roraima, uno de los más pobres del país y fronterizo con Venezuela, que según dijo Nunes "no le cerró ni le cerrará las puertas a los venezolanos" aún cuando no está en condiciones financieras de atender esa crisis.
El ministro explicó que el Gobierno federal ha ofrecido auxilio a Roraima y que también promueve planes para acoger a los inmigrantes venezolanos y facilitar tanto su documentación como su acceso a los servicios de atención públicos y al mercado de trabajo, tanto en ese estado fronterizo como en otras regiones del país.
"Hablar del drama de los refugiados es hablar de conflictos, de dictaduras, de destrucción de modos de vida, pero también es hablar de solidaridad, humanidad y respeto" y "eso es lo que los refugiados encuentran en Brasil", declaró el canciller.
Según Nunes, esas "buenas prácticas" en materia humanitaria, son una de las"mayores contribuciones" de América Latina y el Caribe al debate internacional sobre esa materia y deberán formar parte del Pacto Global sobre Refugiados, que ACNUR se propone llevar a la Asamblea General de la ONU este mismo año.