Una nueva polémica sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 en Estados Unidos surgió este lunes cuando el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, sugirió que el gobierno de Barack Obama pudo haber sido cómplice en la trama debido a su tenue respuesta a los ciberataques de Rusia.
Durante una conferencia de prensa sin cámaras de televisión, Spicer afirmó que "han estado culpando sin parar a (el actual presidente estadounidense, Donald) Trump y a Rusia, y al mismo tiempo, ellos fueron los que lo sabían y no tomaron ninguna acción”.
"Así que la pregunta es, si no tomaron ninguna acción, ¿les hace eso cómplices? Creo que hay muchas preguntas que necesitan respuesta sobre quién supo qué y cuándo", añadió el portavoz.
Unas horas antes, el propio Trump hizo una acusación similar desde la red social Twitter, donde lleva lanzando dardos a Obama desde el viernes pasado por el tema de la injerencia de Rusia.
"La razón por la que el presidente Obama no hizo NADA sobre Rusia tras ser notificado por la CIA de la interferencia es que esperaba que (la candidata demócrata, Hillary) Clinton ganaría, y no quería 'revolver las cosas'", escribió hoy Trump.
"(Obama) se confabuló (con los rusos) u obstruyó (la Justicia), y no les hizo ningún bien ni a los demócratas ni a la deshonesta Hillary (Clinton)", agregó el mandatario.
Trump se refería a un extenso artículo publicado el viernes pasado por el diario The Washington Post, que asegura que Obama recibió a comienzos de agosto de 2016 un informe extremadamente secreto de la CIA, basado en fuentes del Gobierno ruso, sobre la injerencia del Kremlin en el proceso electoral estadounidense.
La Casa Blanca de Obama comenzó entonces a debatir varias posibles respuestas a Rusia, y se decantó en diciembre por un paquete moderado de sanciones.
Obama también aprobó la implantación de armas cibernéticas en la infraestructura rusa, "el equivalente digital de bombas que podrían ser detonadas" si la tensión bilateral aumentaba, y cuyo uso depende ahora de Trump, según el Post.
El ex presidente no quiso adoptar una represalia más dura porque le preocupaba una escalada de ciberataques que afectara los sistemas de votación el día de las elecciones, y no quería dar la apariencia de interferencia en la campaña por motivos políticos, es decir, para ayudar a Clinton, de acuerdo con el rotativo.
Abrumado por las constantes revelaciones sobre la investigación acerca de la trama rusa, Trump se ha aferrado al artículo del Post para subrayar su argumento de que él no incurrió en "colusión" con Rusia ni en "obstrucción" de la Justicia, y hoy aseguró en Twitter que se merece una "disculpa" por haber recibido tantas acusaciones.
Trump se ha mostrado escéptico en varias ocasiones sobre la posibilidad de que Rusia interfiriera en el proceso electoral de EE.UU., y apenas el pasado jueves opinó en Twitter que los ciberataques rusos son una "farsa impulsada por los demócratas".
Pero el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró hoy que Trump cree que "Rusia probablemente" estuvo detrás de los ciberataques que afectaron la campaña electoral, aunque "posiblemente también otros países" son responsables de ello.
Preguntado sobre qué está haciendo Trump para responder a esa injerencia rusa, Spicer no quiso entrar en detalles, pero aseguró que ha "dado pasos" para garantizar la "seguridad cibernética" en Estados Unidos.