LOS HECHOS
Los bomberos reciben la alerta a las 12:54 de la madrugada (Hora local de Londres) de un incendio en una torre de viviendas en el barrio de Kensington y Chelsea, al oeste de Londres, y llegan al lugar seis minutos después.
Más de 40 camiones y 200 bomberos son movilizados para apagar las llamas, que se propagaron muy rápidamente y que arrasaron el inmueble desde el segundo hasta el último de los 24 pisos, de los cuales 20 son residencuiales y los restantes de uso común.
Los bomberos llegaron "hasta el piso 20" y "consiguieron evacuar a muchos residentes" declaró Dany Cotton, jefa de los bomberos de Londres.
"En 29 años de carrera en los bomberos, nunca había visto nada de semejante magnitud" dijo Cotton.
"En 29 años de carrera en los bomberos, nunca había visto nada de semejante magnitud" dijo la responsable, y precisó que no se conocen aún las causas del incendio.
Una veintena de ambulancias fueron enviadas para llevar a los heridos hacia seis hospitales londinenses.
Se estableció un cordón de seguridad en torno a la torre, y se evacuaron unos 30 apartamentos vecinos. Una autopista cercana fue cortada.
Los equipos especializados de los bomberos han excluido el riesgo de que se derrumbe la torre.
LAS VÍCTIMAS
La policía londinense anunció que el incendio causó al menos 12 muertos y decenas de heridos, 18 de los cuales en estado crítico.
"El balance puede agravarse durante la operación de búsqueda, que se anuncia compleja" y podría durar varios días, declaró Stuart Cundy, comandante en la Metropolitan Police.
"El balance puede agravarse durante la operación de búsqueda, que se anuncia compleja" declaró Stuart Cundy
"Hay muchas personas desaparecidas" afirmó por su lado el alcalde de Londres, Sadiq Khan.
Las asociaciones locales Rugby Portobello Trust y Harrow Centre, así como algunas iglesias, se movilizaron para albergar a los siniestrados, mientras que los clubes de fútbol profesional de Fulham y Queens Park Rangers también propusieron apoyo material y financiero.
EL EDIFICIO
El inmueble, bautizado Grenfell Tower, fue construido en 1974. Está ubicado en el barrio de North Kensington, al oeste de la capital. Tiene 127 viviendas repartidas en 24 pisos. La torre estaba casi completamente calcinada el miércoles por la mañana tras haber sido presa de las llamas buen parte de la noche.
El edificio es propiedad de la Municipalidad Royal de Kensington y Chelsea. Está administrado por la Kensington and Chelsea Tenant Management Organisation, la estructura que gestiona el parque de viviendas sociales para la municipalidad de este barrio londinense.
Una operación de renovación, por un importe de 8,6 millones de libras (EUR 9,8 millones, USD 12 millones), quedó terminada en mayo de 2016. La empresa Rydon, encargada de las obras, aseguró que la renovación "respondía a todas las exigencias en cuestión de normas de incendio, de seguridad y de construcción".
Rybón aseguró que la renovación "respondía a todas las exigencias en cuestión de normas de incendio, de seguridad y de construcción".
Sin embargo en un blog del Grenfell Action Group, un colectivo de residentes destacaba desde hace varios años las carencias del sistema de información y de protección de los habitantes del edificio en caso de incendio.
En noviembre de 2016, se afirmaba que "solamente una catástrofe podría demostrar la incompetencia del propietario y acabar con las negligencias observadas en lo referente a las reglas de seguridad".
"Se hicieron oídos sordos a todas estas advertencias, cuando una catástrofe como ésta era inevitable", comentó el colectivo tras el drama.
"Se hicieron oídos sordos a todas estas advertencias, cuando una catástrofe como ésta era inevitable", comentó el colectivo
David Collins, expresidente de la asociación de residentes de la torre explicó a la AFP que estaba conmocionado pero no sorprendido por la magnitud del incendio.
"Teníamos tantas inquietudes. Sobre la localización de los sistemas de calefacción, sobre las salidas de socorro y la posibilidad de entrar y salir del inmueble, o sobre la iluminación (...) Incluso he escuchado que las alarmas de incendio ya no se activaban", dijo.
Gavin Barwell, exministro de Vivienda y actual jefe de gabinete de la primera ministra Theresa May, había anunciado un examen de las medidas de seguridad en los edificios tras un precedente incendio en Londres en 2009. Desde entonces no se ha publicado ninguna evaluación.