Lágrimas invisibles,
en la soledad absoluta.
Dientes de leche
rasgando almohadas.
Ahuyentando aves
de sus esperanzas diminutas.
Niños excluidos,
por una sociedad desdeñosa.
Niños sin olor a humano,
con hambre, con frío
Sin un abrazo tumultuoso
que agiten el crecimiento de su río
¡Gigantes infernales!
¡ Invasores de inocencia!
De ángeles agónicos,
matando sus almas,
embargando sus sueños
que no ven, que no sienten!
Pequeños espíritus celestiales.
Con hambre de amor,
de gestos temerosos y analíticos.
Con olor a humano.
Estrellas coloridas de verde iluminarán,
la lumbre de una pugna, los protegerá.
Niños con olor a humano.
Son el futuro de la certidumbre.
Son pobreza con riqueza.
Son niños con derechos,
a la cordialidad y felicidad.
Son niños con olor, a humanidad!