El ex primer ministro Alain Juppé se perfilaba este viernes como el sustituto del candidato conservador a las presidenciales francesas François Fillon, abandonado en las últimas horas por colaboradores y diputados, si éste decide tirar la toalla.
Juppé, que perdió en la segunda vuelta de las primarias de la derecha y el centro, "no se escabullirá si se cumplen estas condiciones: que François Fillon se retire por iniciativa propia y que su familia de la derecha y del centro, Los Republicanos, lo respalde de forma unánime", afirmó una persona de su entorno, reseñó AFP.
"Alain Juppé no es un golpista, jamás expulsará a Fillon y no está tramando ningún complot", indicó la misma fuente.
Desde que anunció el miércoles su probable imputación en el caso de los empleos supuestamente ficticios de su esposa, Penelope, Fillon ha visto como decenas de aliados le retiraban el apoyo y varias voces de su partido le pedían que se retirara de la carrera electoral.
El último en sumarse a la oleada de deserciones ha sido su portavoz, Thierry Solère, que este viernes anunció su dimisión en Twitter.
"No puede ser candidato porque ya no puede hacer una campaña de fondo para defender ideas y un ideal republicano y democrático", declaró este viernes otro ex primer ministro, el conservador Dominique de Villepin.
Lealtad
Juppé había descartado hasta el momento la posibilidad de sustituir a Fillon como candidato, alegando una obligación de "lealtad" hacia el vencedor de las primarias.
Según el diario francés Le Parisien, el expresidente Nicolas Sarkozy, que hasta ahora se oponía a una candidatura liderada por Juppé, habría dado ahora su visto bueno a esa opción.
La presión judicial ha ido creciendo en torno a Fillon después de que la policía registrara el jueves su domicilio en el marco de la investigación sobre los sueldos percibidos por su esposa y sus dos hijos como asistentes parlamentarios.
Fillon, convocado por la justicia el próximo 15 de marzo, volvió a demostrar el jueves en un mitin su intención de seguir con la campaña.
"Es muy respetable el hecho de que sea un combatiente determinado, pero sólo combate para sí mismo. No es el combatiente a favor de los valores de Francia", insistió Villepin.
El diario Libération afirma este viernes que cerca de 70 aliados de Fillon le han retirado su apoyo desde el miércoles.
El candidato conservador, exfavorito en los sondeos, llega ahora en el tercer puesto en intenciones de voto por detrás de la ultraderechista Marine Le Pen y el centrista Emmanuel Macron.
Según un sondeo publicado este viernes, Juppé encabezaría las intenciones de voto en la primera vuelta si fuera el candidato de Los Republicanos.
Pero el tiempo apremia para encontrar una solución alternativa a Fillon, ya que los candidatos tienen hasta el 17 de marzo para conseguir los 500 apoyos de representantes locales necesarios para participar en las elecciones.
De hecho, a petición del diputado Georges Fenech, algunos cargos locales han empezado a apadrinar a Juppé.
El equipo de Fillon organiza, por su parte, una manifestación en apoyo a su candidato el domingo por la tarde en París. Su éxito -o su fracaso- dará una medida de su capacidad para movilizar al electorado, y muchos consideran esa cita como una prueba definitiva para el líder conservador.
Renuncia del portavoz
La campaña presidencial del derechista Francois Fillon sufrió un nuevo revés el viernes con la renuncia de su portavoz, Thierry Solere.
La partida de Solere se sumó a una serie de deserciones desde la presentación de cargos de corrupción contra Fillon. El tesorero de la campaña y tres legisladores de su partido Republicano anunciaron sus renuncias el jueves, y crecían las presiones para que Fillon desista de su candidatura, informó AP.
Nadine Morano, una exministra que respaldaba a Fillon, también exhortó al ex primer ministro a retirarse de la contienda.
Fillon dijo al principio que retiraría su candidatura en caso de ser acusado, pero resolvió mantenerla a pesar de que ha recibido un citatorio para conocer los cargos el 15 de marzo. Está acusado de otorgar puestos en el gobierno a familiares suyos que cobraban sueldos sin trabajar, cosa que él niega.