Esta publicación afirma que la seguradora ya está preparando el pago al gigante cinematográfico. Carrie Fisher falleció el pasado 27 de diciembre a los 60 años tras haber sufrido un ataque al corazón en un avión. Días después, se supo que la actriz había dejado rodadas las escenas para el Episodio VIII de la saga galáctica, que verá la luz en diciembre de este año. La duda está ahora en si Disney utilizará la tecnología digital para reproducir su figura en la novena entrega, con el consiguiente debate sobre los derechos de imagen.
Todo apunta a que el director y guionista, Colin Trevorrow, tendrá que reescribir la última parte de la trilogía. Sin embargo, la tecnología de recreación de personajes con imagen digital no resulta nueva para la compañía, que ya la utilizó en Rogue One para revivir a Peter Cushing, mítico Gobernador Tarkin en La guerra de las galaxias.
De momento, la única certeza es la cuantiosa suma que está acumulando Lucas Films con el renacer de su aventura espacial. A los 2.000 millones de euros que recaudó el Episodio VII en todo el mundo, se le suman los 670 millones (de momento) de Rogue One y ahora el pago por la desaparición de la irremplazable Carrie Fisher.
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