“Yo sé que mis lienzos en blanco estás esperando algo nuevo de mí”, cita de Abel Cuerda Martínez (Albacete, 1943) con la que se abre el libro. El pintor reside actualmente en la localidad de Valdeverdeja (Toledo), después de dejar su docencia en Bellas Artes. En la misma localidad tiene su museo Francisco López-Soldado.
En las conversaciones que Juan Antonio Moreno sostiene con Abel Cuerda en el libro, se puede seguir la trayectoria y el pensamiento del artista, de modo que se comprende mejor su obra.
“Me gusta mucho el negro. Es color me sugiere la noche, el miterio, lo desconocido. No solamente Mathieu y Soulages en el tachismo, tiene importancia en el expresionismo, reaismo, subjetivismo y en la pintura pura. Muchos pintores han incluido ese color en su obra, desde Solana hasta Millares, pasando por Bacon, Matta, Pllock, Motherwell, Kline, Tapies y muchos más. Desde los primeros trazos de carboncillo sobre blanco, ya se creca con el negro”, dice una de las respuestas de Abel Cuerda.
Casado con Ana Hermida, también pintora, Abel Cuerda dice en el libro. “Nos casamos hace cuarenta y tantos años. Pintábamos juntos en un estudio pequeño y mientras trabajábamos hablábamos de arte. Cada uno tenía sus ideas y su forma de pintar. Algunas veces estábamos de acuerdo y otras discutíamos, pro nunca llegamos a las manos. Ana no me influyó en mi inventiva, aunque sí en otras cosas de la vida”.