El “nuevo” Puerto de la Cruz vuelve la mirada a sus grandes activos como su condición de ciudad marítima, su encanto, la tolerancia de sus habitantes, su interés cultural e histórico y su apertura al Atlántico, enmarcados por los valores naturales y paisajísticos del territorio que lo convierte en punto de partida ideal para turismo activo, la práctica de todo tipo de deportes o la visita a 75 de los 80 puntos de interés turístico de la isla que se encuentran a menos de una hora de Puerto. Todo ello unido a los intereses de los nuevos turistas que van desde el ocio urbano a la buena gastronomía. La creación del Club de Productos posicionará a Puerto de la Cruz en un destino ideal para atraer en invierno, gracias a su clima templado y su carácter urbano, a los turistas que huyen del frío y en verano al turista de iniciación en actividades, amantes de la cultura y deportes activos.
La nueva marca-producto Puerto de la Cruz Xperience se centra en dos grandes planes, uno ya en marcha y otro que comenzará el próximo año y que se plantea a medio plazo. El llamado PMM (Plan de Modernización y Mejora) que pilota el Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación del Puerto de la Cruz, uno de los pocos entes de este tipo en España, que dirige Fernando Senante y en el que participan las cuatro Administraciones (Gobierno Central, Canario, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento) está rehabilitando el casco histórico de la ciudad y mejorando la zona comercial abierta, renovando hasta 40 hoteles, dos de ellos vinculados a Bienes de Interés Cultural y creando seis nuevos aparcamientos y una nueva estación de guaguas, además se completará el sendero de la costa Norte y el de Tafuriaste y se recuperará la Ladera de Martiánez. Fieles a su vinculación con la naturaleza y el mar, también se va a regenerar la Playa Martiánez, paraíso para los amantes del surf y el parapente, se ampliarán las instalaciones del Loro Parque, uno de los parques de animales más importantes de Europa, se creará el Centro de actividades Taoro, impresionante parque situado en el centro de la ciudad, y se abrirá el recién terminado Centro de visitantes del Jardín Botánico.
Puerto Deportivo y Parque Marítimo
En un ambicioso plan que cambiará el perfil del litoral y como una continuación del actual Paseo Marítimo, el frente volcánico y la playa y lago Martiánez, diseñados por César Manrique que también se están renovando, se ha proyectado la construcción de un nuevo Puerto Deportivo y Parque Marítimo, un proyecto que viene de lejos y que finalmente en abril de este año se le ha dado vía libre con el acuerdo de Administraciones y partidos, que prevé una inversión de 156,7 millones de euros, de los que el Cabildo aportará 72,2. Puerto de la Cruz reclamaba la construcción de un puerto que haga honor a su nombre desde 1506. 510 años después de aquella primera petición y tras décadas de anuncios y frustraciones se ha conseguido el acuerdo. Los nuevos diques permitirán el atraque de cuatro buques comerciales como los que operan entre islas con capacidad para 700 pasajeros y 120 vehículos, además de cruceros de hasta 80 metros de eslora. Para la zona deportiva se ha previsto una capacidad de 780 atraques: 38 para grandes yates, y el resto para recreativos, mientras que la dársena pesquera, de algo más de 4.600 metros cuadrados contará con capacidad para 24 atraques para embarcaciones de 6 a 12 metros de eslora.
En cuanto al proyecto del parque marítimo, destaca el diseño de una lámina interior de agua salada, a modo de corriente de agua con renovaciones periódicas de la misma que permitirá su uso para actividades náuticas y deportivas como escuelas de vela, además de aparcamientos, zonas de restauración y ocio, zonas para mercado y comercialización pesquera, comercial y servicios portuarios. La superficie dedicada a uso público en este ámbito de actuación será de 29.721 metros cuadrados, con varias plazas que podrán acoger los principales eventos de la ciudad, que sumados a la parte del puerto sumarán 110.000 metros cuadrados de uso público. El Cabildo de Tenerife, con su presidente Carlos Alonso, y el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz que dirige Lope Afonso, han acordado iniciar el proyecto del puerto pesquero y del parque marítimo del municipio a finales de 2017 y están de acuerdo en uno de los temas polémicos, el atraque de pequeños cruceros: "Hemos identificado a la empresas que ofrecen estos cruceros de tamaño mediano –dice el alcalde Afonso– y hemos visto que, incluso, el desembolso medio de sus pasajeros es mayor que el que tienen los visitantes que arriban en cruceros más grandes. La posibilidad de que atraquen en nuestro puerto es por tanto, viable y rentable”. Por su parte el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, añade: "El futuro puerto es ahora un proyecto viable porque contamos con un acuerdo político, el respaldo social y voluntad y recursos económicos".
Aunque no forma parte de esta iniciativa, tanto el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, como el consejero de Turismo, Alberto Bernabé, se muestran también entusiasmados con el plan "Tenerife y el Mar" que acaba de ser aprobado, tendrá 140 actuaciones y contará con una inversión de 65 millones de euros en los próximos diez años, que pretende poner en valor las especiales características del litoral tinerfeño, que tiene un 96% de acantilados y solo un 4% de playas, para aumentar su atractivo tanto para turistas como para residentes. Dada la configuración física y paisajística del litoral, con multitud de “micropaisajes” y accesos al mar habitualmente accidentados, la intención del programa del Cabildo es precisamente resaltar estas características singulares con actuaciones puntuales respetuosas con el entorno. Las actuaciones de "Tenerife y el Mar" se desarrollarán en los 28 municipios tinerfeños que tienen costa, fundamentalmente en charcos, accesos o senderos litorales que de esta manera podrán aprovecharse como recurso turístico.
Pero si falta algún tiempo para que estas obras sean visibles y que el “nuevo” Puerto de la Cruz sea una realidad, ya ahora es posible disfrutar de muchos de sus atractivos. Estas son diez experiencias que hay que tener:
01. Relajarse en Costa Martiánez. Orgullo del Puerto de la Cruz, es uno de los más admirados ejemplos de transformación de un litoral. Un prestigioso equipo técnico, dirigido por el renombrado artista lanzaroteño César Manrique, realizó esta singular obra adaptada a la arquitectura tradicional canaria y complementada con elementos vegetales de flora autóctona y originales esculturas. Su lago artificial, con unos 27.000 metros cúbicos de agua de mar, realza las otras cuatro piscinas para adultos y tres infantiles, todas ellas de original trazado y belleza. Una variada gama de bares, restaurantes y kioscos dota al complejo de una especial vitalidad y lo convierten en uno de los centros más llamativos de toda la isla. Esta zona también será renovada y se prevé la creación de un Centro de Interpretación dedicado a César Manrique.
02. Meditar en la Ermita de San Telmo. Fue construida en 1626 por la cofradía de pescadores y consagrada a su santo patrón San Pedro González Telmo, fraile dominico nacido en Fromistá, Palencia. Un incendio devastador destruyó la primitiva capilla y un convento que tenía adosado en 1778. La reconstrucción se llevó a cabo el año siguiente y no ha cambiado hasta la fecha. Se alza pintorescamente sobre la Roca de la Caleta. En 1967, debido a la creciente afluencia del turismo alemán, se cedió la ermita para celebrar cultos en idioma alemán. El interior se restauró gracias a los fondos de la Conferencia Episcopal Alemana.
03. Disfrutar en el Complejo Playa Jardín. Compuesto por Playa Jardín, Playa Chica y Punta Brava, es uno de los lugares más emblemáticos del Puerto de la Cruz. También diseñado por el artista César Manrique, estas playas que ostentan el distintivo Bandera Azul, se integran en un bello entorno con numerosos jardines de especies vegetales endémicas, cascadas de agua y cuevas de piedra. Las playas se encuentran muy cerca del famoso Loro Parque, y cuentan con varias escolleras para poder nadar cómodamente. Fuera de ellas hay que hacerlo con precaución ya que el oleaje puede ser más fuerte.
04. Admirar animales en Loro Parque. Probablemente una de las atracciones más singulares no solo de Canarias, sino de toda Europa, aunque el nombre a primera vista puede despistar y creer que es solo un parque para aves, que es como comenzó. Hoy a las ya famosas exhibiciones de leones marinos, delfines y orcas que emocionan y fascinan a grandes y pequeños, y a las atracciones como Katandra Treetops, el Acuario y túnel de tiburones de renombre mundial, o Planet Penguin, que con más de 200 pingüinos recrea el ambiente antártico más grande y realista del mundo, se unen nuevas presentaciones de primer nivel, entre las que cabe destacar las dedicadas a la presentación de orcas marinas, medusas o el guacamayo de Spix.
05. Visitar la Iglesia de Ntra. Sra. de la Peña de Francia. Se encuentra en pleno centro peatonal de la ciudad, en la Plaza de la Iglesia, y está declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento. Fue construida en 1.697 por donaciones de los feligreses, siendo ampliada posteriormente en función de la recaudación que se iba obteniendo, por lo que la torre campanario neogótica es de 1.898. En su interior conserva un rico patrimonio artístico. El retablo del altar Mayor es barroco, presidido por la imagen titular, Ntra. Sra. De la Peña de Francia, del siglo XVII, vestida con un manto regalado por la poetisa cubana y premio Cervantes, Dulce María Loynaz.
06. Seguir la ruta de los famosos. La historia de esta ciudad está ligada a la historia del viaje, de la experiencia y del turismo. Apreciar lo que vivieron innumerables viajeros ilustres cuando estuvieron en Puerto de la Cruz, es poner en valor los rincones con encanto de este lugar. Personajes históricos y reconocidos recalaron en Puerto de la Cruz: Alexander Von Humboldt, quien descubrió un territorio verde presidido por El Teide. O Agatha Christie, que se alojó en el antiguo hotel Taoro, atraída por el glamour británico de la ciudad. También escritores como William Wilde o sir Richard Burton. André Breton, a quien trajo el comisario de arte contemporáneo Eduardo Westerdahl, que donó su colección al museo de la ciudad que lleva su nombre, para hacer la primera exposición internacional de los surrealistas. O los Beatles, que pasearon por Playa Martiánez y por el Lido.
07. Pasear por Parque Taoro. En medio del Puerto de la Cruz se levanta un promontorio –antiguamente llamado Monte Miseria, por ser un malpaís– desde el que se divisa la mejor vista de toda la ciudad. Este pulmón natural es el Parque Taoro, una gran zona verde que en otro tiempo fue sede de una distinguida zona residencial de una selecta colonia extranjera. Este parque público abarca una superficie de casi cien mil metros cuadrados, divididos en tres sectores diferenciados. La Atalaya, la parte más frondosa y mejor acondicionada del parque, está rodeada de agradables senderos y escalinatas que discurren entre fuentes y cascadas. En lo alto de la montaña y dominando toda la ciudad, se eleva el edificio centenario que albergó el primer gran hotel construido en España, el Taoro Gran Hotel. De alguna forma heredero de él es el hotel Tigaiga regentado por la tercera generación de la familia Talg, uno de los de mayor encanto de la ciudad con una atención exquisita y espléndidas vistas.
08. Ir de compras en San Telmo. El paseo de San Telmo es un pintoresco recorrido peatonal y comercial junto al borde costero. Hay muchas tiendas de souvenirs horteras pero también otras interesantes. Un extremo del paseo lo preside la ermita de San Telmo, y en el otro está el mirador de la Punta del Viento, llamado así por estar orientado en la dirección del viento dominante. “Combinación de viento y de salitre, naturales a la alta mar, que en un momento se hace agua, oleaje, pureza total de las olas: el olor del mar”. Desde aquí se divisa una hermosa panorámica de El Boquete, o playa de San Telmo, y de todo el Complejo Turístico Costa de Martiánez. Es una buena experiencia este mirador para contemplar el espectacular rompiente de las olas contra los riscos.
09. Callejear por el barrio antiguo. Las callejas y plazas del barrio antiguo tienen mucho encanto. Uno de los puntos centrales es la Casa de la Real Aduana. Fundada en 1620, es uno de los inmuebles más característicos de la ciudad. Junto a ella se ubicaba la batería de Santa Bárbara, de la que sólo se conservan unas escaleras, y el tradicional muelle pesquero. Actualmente la Casa de la Real Aduana acoge la Oficina de Turismo. El conjunto histórico de Puerto de la Cruz, peatonal, ofrece más de 140 edificios y casonas protegidas. Uno de los más representativos es la iglesia de San Francisco. Construida en 1599, está considerada como la edificación más antigua de la ciudad. Su carácter ecuménico supone que sea utilizado por las diferentes comunidades extranjeras de religión cristiana. Además, en su interior pueden encontrarse obras artísticas de gran valor, que abarcan diferentes estilos desde el siglo XV hasta la actualidad.
10. Disfruta la gastronomía local. Aunque hay buenos restaurantes por toda la ciudad, las calles próximas al antiguo puerto se encuentran numerosos restaurantes, terrazas, guachinches y tascas donde disfrutar los tradicionales y sabrosos platos de nuestras abuelas con las novedosas propuestas de cocineros creativos que rescatan los sabores de la niñez poniéndolos al día. La cocina del Puerto de la Cruz es un compendio de gastronomías llegadas de otros lugares del mundo y del saber culinario tradicional de la zona. Influencias africanas y americanas se mezclan con tradiciones de origen guanche y con la cocina española, para dar lugar a una de las gastronomías más interesantes que se conocen. Para empezar, qué mejor que degustar las famosas papas arrugadas con mojo picante o dulce. Entre los platos de cuchara el más conocido y tradicional es el potaje de berros, pero también el puchero canario, realizado a partir de hortalizas directamente sacadas de la huerta, o el sancocho, donde participa la humilde, dulce y rica batata. Y si de tradiciones se trata, no hay que olvidarse del conocido y particular gofio, una especie de pan o masa de harina que data de tiempos de los guanches y que actualmente se prepara con distintos cereales tostados y molidos. Los pescados, por supuesto, no pueden faltar en las mesas del Puerto de la Cruz, un lugar tan íntimamente ligado al mar. Las calderetas de pescado son habituales, aunque lo normal es encontrar las delicias de los puertos preparadas de la forma más sencilla: a la parrilla, a la brasa, sancochados (cocidos), con mojo... Para terminar, destacar la presencia de deliciosos quesos de cabra o de cabra y oveja, que se suelen consumir frescos y tiernos.
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