Partiendo de un cuadro original al óleo o, más bien, técnica mixta de gran formato sobre lienzo, donde la autora ha establecido sus formas denominadas Núcleos, comienza la segunda fase de Vertientes en la que Adriana Zapisek (Buenos Aires)fragmenta o deconstruye la figura inicial a base de actuaciones digitales en nuevos cuadros
En las distintas fases del proceso, la autora va cambiando de materiales y soportes. La digitalización de las figuras deconstruídas pasan a metacrilato o el aluminio dibond. Figuras abstractas en las que el ojo, siempre concreto, acaba por encontrar alusiones a formas orgánicas como aves o elementos florales.
En la tercera fase, las Intervenciones, la pintora argentina añade una vuelta de tuerca sobre sus propias formas o figuras para manipular su interior o contornos y lograr nuevas formas en los soportes digitales que dialogan con la pintura en un encuentro feliz.
La fotografía en blanco y negro viene a completar la riqueza de un proceso de ejecución artística, donde las variantes enriquecen la percepción.
Para Adriana Zapisek lo importante es la búsqueda de la luz –clave en la pintura- y por ello el arte de distribuir las sombras. Arte intelectual, abstracto y rico en sugerencias, que va desde el pigmento tradicional a las nuevas tecnologías.
El crítico de arte Fernando Castro Flores refiere en el catálogo de Zapisek para Art Sevilla la “pasión, sutileza y elegancia” en la “vida sensual de las imágenes”. Carlos Delgado, por su parte, habla de “proceso meditado y consciente que busca profundizar en el marco de su propio lenguaje como estrategia de amplificación y renovación”.