Necesidad de una Ética Política

-No funcionan en los partidos las comisiones de ética política, con sus correspondientes códigos.

-No está regulada convenientemente la responsabilidad política.

Sucede que algunos políticos y de otras profesiones caen en la tentación de corromperse para obtener de ese modo beneficios que no obtendrían de otra manara. Cuando los políticos ven que un compañero se compra un piso caro o hace gastos no acordes con su nivel de vida, al no funcionar convenientemente las comisiones de ética de los partidos o de las instituciones pues no lo manifiestan, y el corrupto sigue y sigue corrompiéndose, y en muchos casos termina por responder ante los tribunales civiles y/o penales, con lo sencillo que hubiera sido que previo estudio y si procede se le hubiera suspendido de militancia la correspondiente comisión de ética de su partido o de la institución donde presta sus servicios y tal vez no llegaría a mayores.

Por otra parte en lo relativo al ejercicio profesional de la política, no existe regulación en lo referente a la responsabilidad política que si existe en otros países, donde el que promueve una ley para solucionar ese problema, si con la aplicación de la ley el problema no se ha resuelto, y previo un juicio político relativo a la falta de operatividad de la ley para resolverlo o en su caso paliarlo se le exige responsabilidad política que en muchos casos se saldaría con la dimisión del mismo. Tenemos aun una democracia joven y si queremos avanzar y profundizar en ella tenemos que: Crear en los partidos políticos, en las instituciones de la Administración del Estado, de las Comunidades Autónomas, de los Ayuntamientos de las Cortes Generales, etc., comisiones de ética que funcionen regidas por sus correspondientes Códigos de Ética, que enjuicien las conductas `por si fueran punibles y no solo eso sino que promuevan la ética asesorando en su caso en los asuntos que se le consulten.

También se debería establecer un régimen de responsabilidades políticas, para exigirlas en su caso a los políticos que pudieran incurrir en ellas. Todo esto haría que al existir unas normas unas comisiones supieran con claridad que los que las vulneraran podría incurrir en mala praxis o en responsabilidades políticas y esto evitaría sin duda la proliferación de tantos caso de corrupción.

(*) Pedro José Rodríguez Iglesias es escritor y arquitecto técnico y Licenciado en Derecho Por la Universidad Politécnica y Complutense de Madrid. Es autor de los siguientes: “Ética para Políticos” “Regeneración Política y Social” “Independentismo la gran Estafa”