Los acusados, el científico Pedro Leonardo Mascheroni, de 75 años, un ciudadano estadounidense nacido en Argentina, y su esposa, Marjorie Roxby Mascheroni, de 67, se enfrentan a un total de 22 cargos que podrían acabar en cadena perpetua.
Tanto Mascheroni como su esposa trabajaron durante años en el área de seguridad del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, y tuvieron acceso a información restringida del Gobierno de EEUU, según la acusación.
Según la acusación, Mascheroni mantuvo en marzo de 2008 una serie de conversaciones con "un agente secreto del FBI que fingía ser un funcionario del Gobierno de Venezuela" en las que le explicaba su plan para desarrollar armas nucleares para el país.
El ministerio de Justicia de EEUU aclaró que la acusación "no implica que el Gobierno de Venezuela o nadie que actúe en su nombre buscara o recibiera ningún tipo de información clasificada", ni afecta a ningún funcionario del país sudamericano.
En las conversaciones con el agente encubierto, el científico afirmó, según la acusación, que podía ayudar a Venezuela a desarrollar una bomba nuclear "en el plazo de 10 años", y que su plan permitiría al país "disponer de un reactor nuclear subterráneo para producir y enriquecer plutonio", además de otro situado en la superficie para generar energía nuclear.