La joven colombiana que mató a su padre pertenece a la banda «Latinos de fuego»

Karla Rivillas y su hermana habían salido de marcha junto al novio de la menor, que antes lo había sido de Karla. A las siete de la mañana el padre les reprendió por mantener una amistad con un chico que el consideraba conflictivo. Ahí empezó todo, según fuentes cercanas a la familia.

El padre, Luis Jairo Rivillas Escobar, no quería que sus hijas anduviesen con el chico, que según el fallecido pertenecía a la banda «Latinos de fuego», a la que también se habían sumado las dos chicas. Las mismas fuentes descartaron que la chica sufriese abusos sexuales por parte de su padre, aunque sí explicaron que Karla lo había asegurado en varias ocasiones.

El historial delictivo de la joven se inició en su Colombia natal, donde según las mismas fuentes Karla habría colaborado en el asesinato de un homosexual para robarle un DVD. Estos hechos ocurrieron supuestamente en Medellín, donde la joven vivía con su madre y su hermana. En Yolombó, de donde es originaria la familia, Karla habría participado en el asalto a una tienda de teléfonos móviles.

El mismo día del asesinato Luis Jairo Rivillas Escobar llamó a la madre de las chicas, que está en Colombia y con la que quería casarse para traerla a España, y le dijo una vez más que no le gustaba nada el novio de la menor. Las personas cercanas a la familia señalan que ese fue el motivo de la discusión y explican que en el momento del asesinato el chico estaba en el cuarto piso del número 1 de la calle Comandante Bruzo, en Pumarín, en el que sucedieron los hechos.

Las mismas fuentes reconocieron que el hombre «era un borrachín», pero que no iba más allá.