Cecilia Christiansen y las Matemáticas

Si se la cuestiona quienes son mejores matemáticos, los hombres o las mujeres, nos dice que los hombres tienen mucha más facilidad para lo abstracto, “los chicos quieren hacer mucho aunque no entiendan en cambio las chicas quieren primero entender y luego hacer”. Esto me recuerda como yo definía de joven lo que la inteligencia era para mí, decía que “era la capacidad para aprehender conceptos abstractos”, pero pronto llegaron los psicólogos para afirmar que la inteligencia humana es la capacidad para resolver los problemas que nos presenta la vida real. Si la preguntas a Cecilia Christiansen si hay que tener un coeficiente intelectual considerable para estudiar Matemáticas en la Universidad te contesta tajante mente que “no”, pero añade que si se aprende en secundaria a pensar no hay problema  pero la cuestión es que en el colegio se hace mucho y se entiende poco  –añade sonriendo con sus dientes grandes y muy blancos-. Si se le pregunta cómo es que siendo las matemáticas una materia central la gente solo las usa para hacer sumas y restas la docente del colegio Carlssons Scola de Estocolmo vuelve a contestarnos sonriente “, si y no, porque las Matemáticas tienen una parte abstracta que la lectura no tiene y en las Ciencias no se da de la misma manera”. Ella vuelve a repetirnos machaconamente que las Matemáticas son el idioma de lo abstracto, “expresan realidades que no están enfrente”, añadiendo que lo más importante no son las matemáticas en sí sino el saber pensar…. y las matemáticas son un arma maravillosa para aprender a pensar.

Aquí me vienen a la memoria los grandes autores de ciencia ficción que leí de joven como Aldous Huxley, George Orwell o Ray Brádbury, me di cuenta en seguida que te enseñaban a pensar, eran como abrelatas que hacían hueco en la inteligencia de aquellos jóvenes lectores que éramos nosotros para que después fuésemos rellenando esos huecos con lecturas ya más densas y complejas o más bien diría matizadas que eran la alta literatura en la que entonces “nos formábamos” a nosotros mismos.

Al comentar a Cecilia el alto grado del fracaso escolar aquí en España y los resultados tan pobres y preguntarla que dónde piensa ella que estaría la clave para que los mejoremos responde sin dudar que enseñando a los alumnos a pensar, “hay que impulsarles a tener hambre de aprender –añade– y que puedan desarrollar su creatividad; haciendo demasiados ejercicios de copia –continúa– se mata la creatividad del alumno”. También declara con énfasis que la tecnología jamás sustituirá al profesorado, “absolutamente no, es imposible que lo haga”.

Finalmente si se la pregunta si le gustan los libros de texto de ahora contesta que no, “al menos los libros suecos de matemáticas. Son cada vez más fáciles porque los alumnos leen peor, con lo que todo el país es un poco más torpe”.

A mí me da la sensación de que se lee poco, la cultura audiovisual ha ido sustituyendo a la lectura reposada de los libros, hace décadas y sin ir más lejos lustros leíamos muchísimo, yo recuerdo que leería muy bien al año treinta o cuarenta libros, a veces leía narrativa, poesía, teatro y filosofía a la vez, y los iba alternando y sustituyendo y todo esto fuera claro de mis horas de estudio de derecho y empresariales, esto a lo largo de los años y según va calando en el terreno fértil del corazón y de la mente da una cultura y unos conocimientos infinitamente superiores que los que pueda aportar ahora el llamado mundo audiovisual, si a esto se le añade una chispa, una cerilla, un fósforo encendido, nace casi sin poderlo evitar las hoguera de la creatividad, de lanzar hacia el exterior en forma de arte original todo lo que hemos ido almacenando durante tantas horas y tantos años.

A mi me gustaría hacer comprender a la juventud lo importante que es leer. Recuerdo que mi amigo de entonces el dramaturgo Antonio Buero Vallejo nos instaba a leer teatro y para nosotros eran ídolos e iconos los grandes escritores, los grandes filósofos y los grandes poetas. Cecilia Christiansen con su saber matemático nos invita asimismo a aprender “primero entendiendo y luego haciendo”, aprendiendo a pensar.

 (*) German Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos.

Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)