Cristal: El Mítico Champagne de Louis Roederer

Los fundadores de Roederer tuvieron la gran visión de futuro de adquirir las mejores parcelas de viñedo que se ponían a la venta en la patria del espumoso más universal: la región de Champaña. Louis Roederer mantiene en propiedad 214 hectáreas de viñedo y, es a día de hoy, la mayor extensión de viñas propiedad de una sola marca en las tres zonas Premium de la región de Champaña: Cóte des Blancs, Montagne de Reims y Vallée de la Marne. La concentración de viñedo es una autentica rareza en esta región de Grands Crus, donde el minifundismo es tan extremo, que lo más común son las propiedades que no sobrepasan las dos hectáreas de viñedo. En ellas, Louis Roederer cultiva en la actualidad la variedad tinta Pinor Noir y la blanca Chardonnay, pero no el otro varietal clásico en los ‘coupages’ del champán, que es la uva tinta Pinot Meunier que adquieren a terceros, al no poseer viñedos de la mencionada casta.

La producción total del conjunto de sus referencias es de tres millones de botellas, y las tres uvas son la materia prima de los vinos base que acabarán mutando en finos espumosos por mor de la segunda fermentación en botella, y la dormida oscuridad en las rimas de sus cuevas

Espectacular es el Brut Premier de Louis Roederer que, sin ser un vintage, tiene todos los atributos y virtudes de las mejores elaboraciones de Champagne: frescura, estructura y finura. El Blanc de Blancs (la Casa no hace Blanc de Noirs), es una elaboración monovarietal de Chardonnay en la que destacan una sinfonía de aromas de flores y fruta blanca. Estupendo y distinto es el Brut Millesimé - vino de añada -, que conserva las características del ejercicio en que se cosechó la uva. El elegante Brut Rosé Louis Roederer se hace con los mejores frutos de Cumieres, al que se aplica una ligera maceración y posterior sangrado de las delicadas uvas tintas de Pinot Noir. Es muy aromático y frutal, su bonito color ligeramente asalmonado invita a disfrutarlo.

Pero sin dudarlo el buque insignia de Louis Roederer es el excelente Cristal que únicamente se elabora en años en que la uva es de una calidad excepcional. Solamente unos pocos elaboradores tienen la cantidad necesaria de viñedo donde seleccionar las mejores uvas – en añadas excepcionales -, para hacer un champán Premium, de excelente factura, y uno de las elaboraciones más prestigiadas por su gran capacidad de envejecer mejorando. Este es uno de los motivos de la fama del escaso y mítico Cristal de Louis Roederer.

Cristal: El Champán que Prestigia a una Marca

Cristal es un champán hecho a la medida de Alejandro II, Zar de todas las Rusias. El monarca gustaba de la bebida más exclusiva de su época, la que elaboraba Louis Roederer en Reims. Al parecer, el color verde de las botellas de champán no acababa de convencer al zar, porque según su criterio la opacidad del continente no hacía justicia a la excelencia del contenido. El zar exigió diferenciar su Cuvée personal, para que se distinguiera a simple vista del champán embotellado en vidrio verde, que otros elaboradores hacían para sus egregios invitados. Ordenó al Sumiller Jefe de Palacio, que su champán preferido debería envasarse en cristal transparente, eliminando a su vez, el hueco de la base para prevenir posibles atentados. Dicho y hecho. Botellas incoloras de base plana, que desde entonces y hasta el día de hoy, exhiben su preciado contenido, proclamando su origen: ¡Cristal el champaña hecho para un zar!. (Técnicamente fue posible acceder al capricho real, porque las botellas de cristal por su composición, no precisan el refuerzo cóncavo que se observa en las botellas de vidrio. El original diseño reforzado de las botellas clásicas de espumosos, tiene una motivación de orden practico, impidiendo que estallen debido el exceso de atmósferas de presión que soportan).

Pero la historia, y fatales acontecimientos imprevisibles, pueden acortar o terminar con la más exitosa actividad empresarial… y para Louis Roederer la exportación del champán a Rusia terminó con la Revolución de Octubre de 1917, que puso punto y final a la dinastía de los Romanov, con la abdicación del Zar Nicolas II. Anteriormente, también había afectado a las ventas de Roederer la crisis económica mundial de los años 1908-1912. En especial los pedidos provenientes de EE.UU… Y como las desgracias no suelen venir solas, el Crack de la Bolsa neoyorquina de 1929 con la consiguiente recesión mundial dio la puntilla a las exportaciones. (La enorme destrucción de las dos Grandes Guerras, en la primera mitad del pasado siglo tampoco fueron el mejor escenario para el consumo de mercaderías de lujo como son los vinos de Champagne). En estas lamentables circunstancias León Olry-Roederer, dirigió - como mejor pudo -, su bodega hasta su fallecimiento en 1932. Su mujer Camille Olry-Roederer, manejó con inteligencia y trabajo las crisis de su tiempo, sentando las bases para que los espumosos Louis Roederer siguieran en el primer plano de prestigio que tanta fama le habían proporcionado tiempo atrás.