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Las ruinas del teatro romano de Medellín, en Extremadura
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Las excavaciones en Medellín descubren las gradas del teatro romano
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Su espectacular teatro aún en excavación ha acogido en lo que va de año a más de 15.000 visitantes en el primer trimestre de 2010 estén terminadas las obras y se proceda a su estudio
Se baraja la hipótesis de que un terremoto o movimiento de tierra lo sepultase
Ocupar el mismo asiento que tomó un ciudadano de la antigua urbe romana de Metellinum para deleitarse con una obra de teatro, está cada vez más cerca. Los sillares de granito en los que se sentaban los espectadores del teatro de Medellín han sido desenterrados en los últimos meses y ayer recibieron la visita de la consejera de Cultura de la Junta de Extremadura, Leonor Flores.
Las últimas obras, que han recuperado gran parte del graderío del teatro, han vuelto a poner de manifiesto las sospechas de los arqueólogos que llevan cerca de dos años trabajando en su recuperación. Los técnicos y expertos lo tienen cada vez más claro: están ante uno de los teatros que mejor estado de conservación presentan.
Prueba de ello es la escena ya descubierta, las estatuas halladas en las inmediaciones, el estucado que aún se conserva de las columnas y ahora, el graderío. A falta de descubrir la zona donde se ubicaría la 'orchestra' y los asientos para los representantes políticos y los ciudadanos más ilustres, el teatro de Medellín va cobrando peso arqueológico y arquitectónico para consolidarse como uno de los más importantes de la península ibérica.
La parte superior
La visita a la zona de la consejera de Cultura, acompañada por el arqueólogo coordinador de los trabajos Hipólito Collado, sirvió para relatar las últimas actuaciones realizadas en el presente año. En este tiempo, los trabajos se han centrado en la adecuación de la zona situada entre la parte alta del graderío y el castillo medieval.
Así, se ha excavado el muro perimetral superior que servía como 'cerramiento' del monumento y los accesos al teatro desde el exterior. Para acometer estas obras se han limpiado los arrastres de tierra de la ladera que ocultaban este muro y también se ha adecuado la zona para minimizar las posibles caídas de ripios.
Para llegar hasta los graderíos también ha sido necesario desmontar estructuras de época almohade que se encontraban justo encima de los asientos para los espectadores romanos. Y es que, todo un barrio se ubicó en ese enclave, ganando peso la hipótesis de que los asentamientos posteriores no conocían la existencia del teatro.
Media caveaa
Con las viviendas ya desmontadas, documentadas e incluso reconstruidas en tres dimensiones, se han hallado las gradas de la 'media cavea' del teatro. Se trata de ocho filas de asientos en las que pueden además apreciarse los accesos y el pasillo que separaría esta zona de la gradería inferior conocida como 'ima cavea'.
La parte descubierta la conforman 281 sillares de granito de formato irregular que presentan un gran estado de conservación. «El granito era un material importante, algo que podríamos comparar con una construcción de primeras calidades», señaló durante la visita Hipólito Collado.
Otro aspecto importante es que no falta ninguna de las piezas que lo componen. Según explicaron los expertos, eran frecuentes los saqueos o robos de estas piezas, perfectamente cortadas y presentadas. Sin embargo, en el teatro de Medellín se conservan intactas y en su sitio.
«Es un enigma su buen estado de conservación. Los sillares normalmente se utilizaban para otras construcciones y el mármol se llevaba a los hornos para hacer cal, y sin embargo aquí todo se encuentra en su sitio», apuntó el arqueólogo que resaltó que los extremos del monumento son la parte peor conservada y más saqueada.
Caída de tierra
Todo esto hace suponer que su ocultación fue bastante rápida por lo que el equipo de trabajo se plantea dos hipótesis que aún están siendo estudiadas. Podría ser que o bien un terremoto, o bien una caída de tierra de la ladera provocada por un movimiento sepultase todo el edificio, dejando tan sólo la parte lateral a la luz.
«Una especie de lengua de tierra pudo extenderse hacia abajo en forma de abanico dejando el lateral sin cubrir y de esa zona es de la que faltan sillares y piezas que pudieron ser robadas porque pensamos que las personas la estaban viendo al estar sin ocultar», apostilló Collado.
De hecho, a lo largo de los trabajos algo que se ha tenido muy en cuenta y que se ha evitado son los posibles movimientos de tierra, por lo que podría ser un fenómeno común dadas las características del terreno.
El planteamiento está presente desde que fueron descubiertas una serie de estatuas, en buen estado y que aún conservaban el estuco. «Por la forma en la que estaban tiradas también cobra fuerza la hipótesis de que quedaron así, en esa postura, por un terremoto y fueron sepultadas. También hemos hallado unas letras de bronce cubiertas de oro que tampoco fueron robadas para ser fundidas, todo esto no es frecuente, es bastante poco común», explicó Hipólito Collado.
Esto posibilita que los arquitectos y técnicos que trabajan en las obras sean optimistas con respecto a lo que queda por excavar y por descubrir en este teatro que en cuanto a aforo tendría una capacidad de dos tercios del teatro de Mérida, unos 4.000 espectadores.
Por los datos que están recogiendo, nada les lleva a pensar que ese estado vaya a cambiar y esperan que todo permanezca de la misma manera hasta llegar a la 'orchestra' que uniría la parte de espectadores con la escena donde se situaban los actores.
A pesar de ello no se sabe todavía cuantas filas de gradas podría haber en este teatro pero se prevé que todas las excavaciones estén terminadas a lo largo del primer trimestre de 2010.
«Una vez que acaben las excavaciones seguiremos recogiendo datos, investigando porque esa decisión la toman los técnicos y mientras quede un ápice por averiguar, será conveniente continuar para después poder difundirlo», explicó Leonor Flores.
Por ello, una vez que salgan a la luz todos los restos del que fue uno de los grandes entretenimientos para los habitantes de Metellinum, habría que hacer un estudio para ver si son necesarias reconstrucciones u otras actuaciones de cara a que sea posible darle algún uso lúdico y no meramente monumental.
Dos millones de euros
La consejera de Cultura resaltó que a lo largo del presente año, se han invertido cerca de dos millones de euros en las excavaciones porque se ha cuidado mucho que la tierra no vuelva a caer por la ladera de la montaña donde se ubica el castillo y a cuyos pies se encuentra el yacimiento arqueológico. Flores también señaló que en un futuro las inversiones serán las que dicten los acontecimientos sin que haya aún ninguna previsión.
En la actualidad trabajan treinta y ocho personas cualificadas y no cualificadas en la zona y a lo largo del pasado año se han realizado 270 contratos de trabajo. «El patrimonio genera empleo», sentenció la titular de Cultura.
Casi por casualidad
Para narrar las excavaciones en el teatro romano de Medellín hay que remontarse a noviembre de 1969. El arqueólogo Mariano del Amo inició en esa fecha dos campañas de excavaciones en las que se realizaron varias catas con las que pudo identificar parte de la planta del edificio y determinar que se trataba de un teatro. Sin embargo, este arqueólogo se incorporó a la dirección del Museo Arqueológico de Huelva y dejó los trabajos cuya actividad quedó paralizada.
Una vez que las transferencias de Cultura pasaron a la Junta, se realizó un acuerdo de colaboración entre consejerías de Cultura y Economía para llevar a cabo las obras de Adecuación del Parque Arqueológico de Medellín mediante un taller de empleo que retiró la mayor parte de la secuencia estratigráfica y delimitó parte de las estructuras que conforman el frente escénico de este teatro y quedaron al descubierto los niveles de destrucción de las estructuras romanas.
Cultura determinó continuar con los trabajos y realizó un convenio, contratando a un equipo técnico que desde julio a diciembre de 2008 hizo la excavación completa del sector de la escena, donde empezó a intuirse que se trataba de un yacimiento de gran calidad.
Una vez que concluyan todas las obras, la provincia de Badajoz tendrá tres teatros romanos: Mérida, Casas de Reina y por último, Medellín.