La Alacena De Serrano

El resultado, un restaurante sencillo y acogedor donde se respira el cariño y la pasión por el oficio de sus propietarios en cada detalle. Ubicado en el local que hace una década ocupara el mítico Asador Orio, La Alacena de Serrano se presenta como un “neomesón” de estilo ecléctico, con sus paredes blancas de ladrillo visto, sus vigas de madera maciza y sus botelleros, pero adaptado al momento actual, con mullidos manteles de hilo, mesas debidamente distanciadas, vajilla de diseño y modernas lámparas y apliques que ofrecen una cuidada y cálida iluminación. Sobre la mesa se nota la mano de un cocinero dedicado en cuerpo y alma a su profesión, que cada mañana recorre al alba las lonjas y mercados madrileños en busca de lo mejorcito de la temporada y del día. Con una materia prima de excepcional calidad, Gonzalo elabora una cocina sencilla y sin estridencias, de base eminentemente tradicional y acertados tiempos, que no disfraza el producto ni tampoco escapa a la creatividad de su autor en las presentaciones, en la atrevida combinación de texturas y sabores, de creaciones como las vieras albardadas con ibérico y salmorejo y en el toque internacional de algunos de los platos, como el Soft-shell crab en tempura con soja o las somosas de salmón con guacamole.

De la carta destacan las anchoas de Santoña, las croquetas de carabineros y de jamón ibérico y puerros, de perfecta jugosidad, las ensaladas variadas, el huevo trufado con Parmentier, los corazones de alcachofa, el pixín a la bilbaína, las carnes rojas (solomillo de ternera, chuletón de buey y entrecot) a la parrilla y, muy especialmente los asados de lechona confitada y deshuesada y de cordero lechal deshuesado con setas y crema fina de cebolla. Entre los postre, todos caseros, sobresalen el coulant de chocolate con corazón de naranja o el esponjoso de avellanas con sopa de membrillo y helado, también hecho en casa, de queso picón. Merece la pena también escuchar los platos fuera de carta del día en los que se pueden encortar sustanciosos guisos (marmitako, purrusalda o pochas con almejas y rape) y excelentes pescados y mariscos.

De La Alacena de Serrano destaca especialmente su bodega, minuciosamente elaborada por Ismael con unas 75 referencias muy bien escogidas de entre las diferentes denominaciones de origen españolas, incluyendo un buen número de champagnes y con especial atención a vinos curiosos y diferentes de pequeños productores para ofrecer muy difíciles de encontrar en otros restaurantes pero de excepcional calidad. Aunque por encima de todo, en el nuevo restaurante sobresale el servicio, atento y profesional, que actúa con rítmica coordinación bajo la batuta de un maître formado en algunas de las mejores salas de Madrid.

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Dirección: Infanta María Teresa, 19 - Teléfono: 912 207 009 - Precio medio: 45 € - Horario: de 13:30 a 16:00 horas y de 21:00 a 00:00 horas. Cerrado domingo por la noche y lunes.