El lavado previene enfermedades
En cualquier cocina pueden aparecer bacterias como la salmonela o la E. coli. Ambas van asociadas a los alimentos y en la hostelería se propagan de una forma más sencilla, pues se manejan grandes cantidades de comida. Una de las maneras de prevenir su aparición es mediante un Grifo ducha. Con él, se pueden lavar los platos, los cubiertos y también los vasos. Además, se limpian algunos alimentos como las verduras o las frutas.
Las lechugas o una simple naranja pueden estar contaminadas con bacterias, de manera que no se deben poner a los clientes conforme llegan de la tienda y siempre hay que lavarlas.
Se mejora la calidad del producto final
Los alimentos que entran a las cocinas es posible que estén sucios. Por ejemplo, los vegetales (en especial los de hoja verde) pueden contener tierra que no debe pasar al producto final.
Esto también ocurre con las carnes y los pescados que, en ocasiones, hay que lavar para quitar las entrañas, en el caso de los peces, limpiarlos por dentro o eliminar pequeñas zonas con grasa o sangre si hablamos de la carne. Gracias al lavado, la calidad de los platos aumenta, pues los ingredientes siempre estarán limpios.
Mejora la imagen del negocio
Parte de la imagen de los locales de hostelería depende del lavado y de la elección de un Lavavajillas para bar de calidad. ¿Qué pensamos de un bar que nos sirve un vino en una copa arañada y opaca? No nos deja un buen sabor de boca, y lo mismo pasa si nos ponen una cerveza en un vaso con esos defectos.
Algo tan simple como eso, o que nos saquen un tenedor manchado, llega a arruinar la imagen del negocio, más ahora con internet. Una mala reseña se puede hacer viral, perdiendo así mucha clientela.
Ayuda al mantenimiento de los equipos
Dentro de las cocinas hay equipos caros, como los lavavajillas, en los cuales se puede acumular la grasa y los residuos. Con el paso del tiempo esta suciedad llega a estropear equipos caros, pero esto se evita con un prelavado, como el que se hace en las pilas o con los grifos ducha.
Se reducen los olores desagradables
Si pasamos a la cocina siempre hay una mezcla de olores que se puede volver desagradable si hay una falta de higiene. Debido a la humedad y las temperaturas que se alcanzan dentro de las cocinas de los locales de hostelería, la descomposición de los alimentos llega muy rápido, y con ella los malos olores.
Cualquier pequeño resto de comida va a provocar olores que no queremos experimentar. Eso genera un mal ambiente de trabajo y problemas si acude un inspector de sanidad. ¿De qué manera evitamos esto? Con la tecnología de lavado que debe haber en todas las cocinas de hostelería, como los lavavajillas, los grifos ducha o los fregaderos industriales.
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