De acuerdo a informaciones de medios locales, Peralta, que trabaja en la municipalidad de Fray Bentos, a 300 kilómetros al noroeste, pidió licencia para viajar a Chile y asistir al episodio de los mineros. Como se le negó, intentó agredir al alcalde Omar Lafluf.
Sometido a la justicia, fue procesado sin prisión pero con prohibición de salir de Uruguay.
No está claro cómo, pero salió de Uruguay y se lo pudo ver en fotos corriendo por el desierto de Atacama y hasta llegó al campamento Esperanza, donde estaban los familiares de los mineros. Portaba una bandera uruguaya, una de Chile y otra de Río Negro, el departamento cuya capital es Fray Bentos.
Las autoridades judiciales se asombraron con la aparición de Peralta en una transmisión televisiva en directo desde el campamento e, insólitamente, desde allí le mandó un saludo al Lafluf.
El viernes, cumplido su propósito de estar en el rescate de los mineros, desembarcó en el aeropuerto de Carrasco donde la policía lo detuvo y trasladó a Fray Bentos, para aparecer ante la justicia, mientras las autoridades de la municipalidad le iniciarán un sumario que puede concluir con su cese como funcionario.
Estuvo detenido, puede quedar desempleado, pero presenció en vivo el rescate de los mineros.
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