De Tapas por Valladolid

La plaza mayor, tras el grave incendio sufrido en el año 1561 ha sido reconstruida convirtiéndose en un hito de la arquitectura barroca española, cerrada y soportada es desde entonces, lugar de encuentro y de celebración de multitud de eventos de la ciudad. En ella se encuentra su ayuntamiento, construido en 1908, sustituyendo al del s.XVI según proyecto de Juan Herrera.

Detrás se encuentra el monasterio y la iglesia de San Benito, se yerguen sobre el solar del antiguo Alcazarejo. El mercado del Val, uno de los tres mercados de hierro cubiertos en la ciudad, construido en 1878, zona comercial y de ocio, por excelencia de la ciudad. La zona de bares y pubs de copas más transitada es la situada en torno a las plazas de Coca y la de Marti y Monso que acaban desembocando e la misma plaza mayor, allí en sus numerosos bares te puedes encontrar con pincho de carrillera ibérica, setas rellenas de queso con salsa de boletus, gratinado de bacalao con tartaleta harinera, un delicioso matrimonio, de anchoas y boquerones en vinagre, y andandito, ir al Corcho donde se comen las mejores croquetas de jamón ibérico, o un montadito de morcón en Claudio, y de allí, sin tardar, al Campo Grande por la plaza Zorrilla, y tomarte un hojaldre de bacalao con pipirada dulce, o un pisto de bacalao sobre salsa de chipirones, o ventresca con pimientos en almíbar y cebolla caramelizada, y vete al bar Acapulco y pruebas oreja rebozada, o en Manolín, un pincho de lacón con pimientos.

Y si aun no estás lleno, vete a la plaza de la Universidad y pide en el Portón, un lomo a la olla, y no te olvides de ir a la Taberna del Hidalgo y dile que te sirvan manzana en trextura con foie y cecina y voy a parar, porque te mando a la ruta de Duero Esqueva para que pruebes un bocadito de bonito en pan de olivas.

No está muy lejos y si queréis conocer la altísima gastronomía de Valladolid, pilláis el AVE y cincuenta minutos, a zampar… ¡que aproveche! (Quino Moreno)