Avelino Vegas y Paco Lafuente: Un matrimonio de conveniencia

La bodega segoviana Avelino Vegas estuvo apadrinada por sus dueños Ana Gómez y Fernando Vegas (en el día que el matrimonio ¡feliz coincidencia!, cumplía tres décadas de venturosa convivencia). La firma de conservas gallega Paco Lafuente estuvo amadrinada por su directora Rosa Lafuente, nieta del fundador de la empresa galaica.

La pregunta que nos hicimos los reunidos al convite… ¿Cómo no se nos ocurrió mucho antes, combinar estas exquisiteces Premium enlatadas, con los vinos que mejor las potencian y acompañan? Brillante idea la de emparejar las conservas de calidad galaicas con los vinos elaborados con los formidables Verdejos y Tempranillos segovianos.

Convocaban al imaginativo encuentro gastronómico dos buenos amigos, Mar y Pep. La liturgia corría por cuenta del cocinero vasco - y de su eficiente equipo -, que ideó un menú muy ad hoc, rescatándonos de aburridas mistificaciones y de chorradas deconstructivas.

Nos daban la bienvenida - al centro de la mesa -, unas latitas de conservas que al abrirlas nos mostraron su tesoro: Almejas, berberechos y navajas al natural. Zamburiñas acunadas por una delicada salsa (receta de la casa), sabrosos mejillones fritos (tamaño King Size), y minúsculas sardinillas primorosamente ubicadas en aromático aceite de oliva. Los referidos aperitivos, iban y venían, sin protocolo alguno, del centro de la mesa al plato de cada cual. Lo acompañaban el sutil aroma de flores y fruta blancas, perfilados por la elegante acidez del Verdejo Montespina 2011, de Avelino Vegas. Sin solución de continuidad Iñaki Camba, interprete solista de esta sinfonía de aromas y sabores, nos surtía en delicados bocaditos gourmet, los frutos de mar gozosamente desenlatados (esta vez sí, en exégesis personalísima); así sucedió con sus berberechos gelificados al limón, los mejillones en bocado de arroz frito, las almejas al natural con gelée de tomate y las navajas sobre ajoblanco y espinaca frita. En esta fase del trayecto gastronómico se escanció otro excelente Verdejo - el buque insignia de los blancos de Avelino Vegas, también de la añada del 2011 -, al que sus amos segovianos han bautizado con el mitológico nombre de Circe.

Poco tardarían en aparecer dos vinos tintos de gama alta de Avelino Vegas. Fuentespina Selección 2009, y “F” de Fuentespina 2004, dos autenticas maravillas de un Tempranillo autóctono con gran personalidad. Para la ocasión el maestro Camba cocinó un arroz de zamburiñas en salsa de vieiras, que emparejó de maravilla con el Fuentespina Selección 2009. Y en apoteosis final, el cocinero que mejor trabaja la caza en este país, nos deleitó, una vez más, con un plato de su creación: tórtola estofada con uvas, paloma torcaz en hilos de verdura, esta vez, asistido por el formidable tintazo “F” de Fuentespina 2004. ¡Excelente vino!.

Nos fuimos bien contentos los colegas allí reunidos, no tanto por mor de Dionisos, más al contrario, por constatar que la coquinaria moderna imaginativa, debe de poner el foco también, en la conserva artesana de calidad como protagonista del refectorio, para poder de este modo rescatarla, del socorrido papel de actor episódico en los aperitivos y en el bocata de urgencia.