La Olvidada, el tesoro escondido de Solar de Samaniego

Situada en las estribaciones del ecosistema privilegiado de la Sierra de Cantabria, se encuentra La Olvidada, una finca asentada en el término municipal de Laguardia, que extiende sus nueve hectáreas y media por un  agreste y accidentado pago. El complicado acceso que proporciona la peculiar orografía del terreno - de suelos calcáreos, edafológicamente pobres -, contribuyó a que permaneciera olvidado un viñedo de Tempranillo riojano  de muy parco rendimiento. Estas circunstancias motivaron que la dirección técnica de Solar de Samaniego - propiedad de la familia Alonso -, estudiara la posibilidad elaborar, con parte de los racimos sanos  de las vides más añosas, el vino tinto alto de gama de la bodega. Tras evaluar riesgos, se tomó la decisión de que solamente un porcentaje mínimo de los frutos seleccionados de la viña, tuvieran el privilegio de  pasar el leve estrujado que proporcionasen los mostos de lagrima a las hacendosas levaduras. El vino resultante, hizo la segunda fermentación (maloláctica), y crianza, en madera de roble francés. Tras madurar, el tiempo adecuado, en botella de alto gramaje tipo Borgoña, se vistió con la elegancia que requiere la etiqueta para ser presentada en sociedad. María Isabel Mijares, que asesora a Solar de Samaniego (y a Durón la otra marca de Alter en Ribera del Duero), formalizó con la erudición acostumbrada, la presentación - en la sede social madrileña de Alter -, de otra creación suya… y de Dionisos, que en esta ocasión fue la primera edición de La Olvidada, añada 2009. Ejerció de maestra de ceremonias en presencia de la propiedad,  de directivos, y de los enólogos de las bodegas, Alberto Serrano y Jesús Ortega. Tras una  breve introducción, destacando: ‘la generosidad de La Olvidada, porque al final permite que se luzca el alimento’; la mediática enóloga, que estuvo acompañada por una veintena de prescriptores amigos, cedió la palabra a Rafael Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía. Ansón destacó la calidad de La Olvidada, y elogió las cualidades genéricas del buen vino como parte fundamental del disfrute gastronómico, insistiendo en su importancia como alimento saludable de la dieta mediterránea. El director general de Solar de Samaniego, Ricardo Castañeda, comentó algunas curiosidades del proyecto, poco antes de que visionáramos un brevísimo video (minuto y medio de excelente factura), protagonizado por viñedo y vino. Sin solución de continuidad llegaron servidas copas con La Olvidada, que resultó un vino muy sabroso, con los taninos bien maduros. Los tostados medios de las barricas no ocultan los aromas de fruta madura, y le aportan delicados aromas torrefactos.  Fue el feliz encuentro con un vino bien hecho, complejo y elegante, descubierto para mi gozo, en una tarde-noche otoñal… verdaderamente inolvidable.