Aumenta tensión entre Chile y Bolivia por demanda marítima

Bolivia presentó este martes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya su "réplica" a los argumentos con que Chile respondió a la demanda que presentó en su contra, en la que busca obligarlo a negociar una salida al mar, en medio de un tenso clima.

Los roces diplomáticos entre ambas naciones se incrementaron en vísperas de la presentación de este documento, con la detención en Chile el domingo de dos militares y siete funcionarios bolivianos, que despertó la furia del gobierno de Evo Morales y la molestia de Santiago, que pasó a los detenidos a la justicia.

A miles de kilómetros, este martes al mediodía, el agente boliviano, Eduardo Rodríguez Veltzé, entregó la réplica en la corte de La Haya, el máximo organismo de justicia de las Naciones Unidas. Esta se realiza en respuesta a la contrademanda presentada por Chile en julio de 2016.

"Quiero decir desde La Haya, 'capital de la Paz y la Justicia' que nuestra réplica simboliza nuestra búsqueda y nuestra vocación pacífica de justicia", comentó el canciller boliviano, Fernando Huanacuni, tras entregar el documento.

Hoy, "el pueblo boliviano avanza unido en la larga pero indeclinable ruta hacia el mar Pacífico", perdida a manos de Chile en una guerra librada a fines del siglo XIX, agregó el diplomático.

En Bolivia, el presidente Evo Morales encabezó un acto en el que celebró el avance en un juicio que contiene "una demanda justa para recuperar nuestra soberanía hacia el Pacífico".

En Santiago, en tanto, el canciller chileno Heraldo Muñoz criticó la forma en que el gobierno de Morales presenta el caso: afirmando que es posible que Bolivia recupere su acceso soberano al mar.

"La Corte no le va a entregar territorio soberano chileno a Bolivia. Chile no lo aceptaría y no está en juego en la Corte", puntualizó Muñoz.

El 21 de septiembre, Chile presentará su respuesta a la réplica de Bolivia y se espera que en 2018 el juicio tenga una resolución.

Suman nuevo frente

A la histórica disputa fronteriza entre estas dos naciones que carecen de relaciones diplomáticas desde marzo de 1978, se sumó el domingo un nuevo episodio que crispó los ánimos tanto en Chile como en Bolivia.

La detención de nueve funcionarios bolivianos en Colchane, en la región de Tarapacá, limítrofe con Bolivia, tiene dos visiones antagónicas de cómo sucedieron los hechos.

El lunes, la presidenta Michelle Bachelet dijo que "fue un robo de un camión con productos". Enfrente, Morales aseguró que los policías chilenos ingresaron a territorio boliviano y detuvieron a aduaneros y militares que luchaban contra el contrabando.

Muñoz reiteró este martes que la detención se hizo en territorio chileno y espetó: "Quien ingrese a Chile ilegalmente o intente ejercer actos de soberanía en nuestros territorios se va preso y será la justicia la que determine su futuro".

La Fiscalía de Tarapacá anunció el lunes que se decidió ampliar la detención de los nueve implicados hasta el mediodía del miércoles, para reunir más antecedentes.

Fuera de los tribunales, Bolivia sigue acusando que sus ciudadanos son rehenes, a lo que el canciller respondió: "lo que advierto es que Bolivia debe cesar con sus provocaciones".

A la demanda marítima de Bolivia se sumó el año pasado la presentación también ante La Haya por parte de Chile de un litigio por el uso de las aguas del Silala, considerado un río internacional por Santiago y reivindicado como un caudal exclusivo por Bolivia.