La liberación de Betancourt, un año después

La cadena de televisión RCN ofreció un documental con imágenes inéditas de la 'Operación Jaque', que permitió la liberación de Ingrid Betancourt y otros catorce rehenes secuestrados por las FARC. - RCN
Los siete militares y cuatro policías que fueron liberados del cautiverio al que los tenían sometidos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han completado el recorrido de su rescate a la inversa: un helicóptero los ha llevado desde la localidad sureña de San José del Guaviare a la selva donde aguantaron penurias y hambre.

Al igual que el resto de sus compañeros, el sargento Amaón Flórez pensó hace un año que los dos helicópteros que acudieron a su rescate eran de una misión humanitaria. "A nadie se nos pasó por la mente que ese era el día que íbamos a recuperar la libertad", añade el mayor Juan Carlos Bermeo, para quién el operativo de rescate "fue una gran sorpresa que nos devolvió el ánimo a vivir".

Los 11 policías y militares, junto a Betancourt y los tres contratistas estadounidenses, subieron al helicóptero a regañadientes. Una vez en el aire, los miembros de la misión militar redujeron a sus carceleros. "Eso es inolvidable", apunta Flórez.

Este jueves, cuando se cumple el primer aniversario del rescate, los 11 ex rehenes participarán en un acto oficial en Bogotá, al que no está previsto que acudan ni Betancourt ni los estadounidenses.

Conflicto abierto
Mientras tanto, la lucha contra las FARC no cesa. Seis militares colombianos han muerto y otros dos han resultado heridos cuando un grupo de guerrilleros han asaltado su posición en un caserío del departamento del Arauca, cerca de la frontera colombiana con Venezuela, según fuentes oficiales.

El gobernador de Arauca, Luis Eduardo Ataya Arias, ha lamentado los hechos aunque no ha precisado el día en el que se ejecutó la emboscada. "Quiero ser solidario con las familias de estos soldados que murieron por defender la causa de la tranquilidad", ha apuntado Ataya. Entre los fallecidos figuran un oficial, un suboficial y cuatro soldados adscritos a la Brigada Móvil V del ejército colombiano que perseguían a guerrilleros del frente X de las FARC.

Los siete militares y cuatro policías que fueron rescatados el 2 de julio de 2008, junto con Ingrid Betancourt y tres contratistas estadounidenses, hicieron el recorrido inverso al de hace un año: un helicóptero los trasladó de la localidad sureña de San José del Guaviare a la selva que un día fue su cárcel.

Aterrizaron en la zona selvática conocida como Lisonda, la misma en la que concluyó con éxito la Operación Jaque, un operativo militar encubierto que permitió engañar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que les habían tenido prisioneros durante años.

Engaño para las víctimas
Los guerrilleros "nos tenían en una bodega", contó el sargento Amaón Flórez, quien, al igual que el resto de sus compañeros de cautiverio y que los rebeldes, pensó que los dos helicópteros que divisó el 2 de julio de 2008 pertenecían a una misión humanitaria.
"Nos dijeron primero que se trataba de atención médica, pensábamos que era (para ir) a un país vecino", explicó por su parte el sargento Erasmo Romero. "Llevábamos días aguantando hambre, sin medicamentos, con las cadenas todo el tiempo", detalló Romero.

"A nadie se nos pasó por la mente que ese era el día que íbamos a recuperar la libertad", dijo el mayor Juan Carlos Bermeo, para quien el operativo de rescate "fue una gran sorpresa, algo inesperado, que devuelve el ánimo de vivir".

Tampoco se imaginaba un operativo de tal magnitud el sargento José Ricardo Marulanda, quien como militar pensaba en un rescate "por tierra", también llamado "a sangre y fuego". Hace un año "nos encontrábamos encerrados en una jaula y amarrados", rememoró Marulanda.

Reducir a los captores, segundo paso

Todos subieron al helicóptero que les devolvió la libertad a regañadientes y con las manos atadas, según Flórez, quien recuerda con detalle que a los "siete segundos" de vuelo dos de los miembros de la misión militar encubierta redujeron a sus carceleros "César" y "Gafas".
"Eso es inolvidable", dice Flórez al expresar su gratitud hacia aquellos que les sacaron de esa selva que les estaba "comiendo poco a poco". "Me voy aliviado" porque "lo malo se queda acá", en la selva, y perviven "los buenos impulsos para seguir" adelante después de varios años de secuestro, agregó.

Antes de su retorno a la selva acompañados por algunos altos mandos militares, los once ex rehenes de las FARC visitaron en la localidad de Tolemaida los hangares donde el Ejército guarda uno de los dos helicópteros utilizados en la Operación Jaque.

Acondicionamiento de los helicópteros

En esos hangares se pintaron de blanco los helicópteros y se trabajó hasta el último detalle para no dejar entrever ninguna característica militar, explicó el mayor Carlos Arbeláez al grupo de periodistas que recorrieron junto a los rehenes los escenarios de la Operación Jaque.

En ese mismo lugar se diseñó la inteligencia de la operación de rescate y se estableció cómo neutralizar a los guerrilleros en el helicóptero, indicó Arbeláez.

Este jueves, cuando se cumple el primer aniversario del rescate, considerado una obra maestra de inteligencia militar, los once ex rehenes participarán en un acto oficial en Bogotá al que no se prevé que asistan ni Betancourt ni los estadounidenses Marc Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes, según fuentes militares. "Bueno sería estar todos reunidos", se limitó a comentar al respecto el sargento Flórez.

Los tres estadounidenses han publicado un libro con sus experiencias vividas durante más de cinco años de cautiverio y la ex candidata presidencial prepara una publicación que saldrá pronto a la luz.