Los principales candidatos a la presidencia de Chile, a la caza del voto joven

La principal crítica que hace el conglomerado joven del país se basa en la cada vez más extendida percepción de que los políticos no hacen nada por el país y que sus esfuerzos están orientados de manera preferencial a perpetuarse en los cargos y enriquecerse en el menor plazo posible. Y es que la clase política chilena, no se ha renovado en los últimos años y quienes tomaron las riendas después del regreso a la democracia, fueron los mismos que estaban al momento del golpe militar a manos de Pinochet y sus seguidores.

Lo anterior –explica un analista-, podría entenderse como algo natural -dadas las circunstancias- puesto que durante los 17 años que duró la dictadura militar, los políticos “de antes” estuvieron neutralizados y esta situación no permitió a nuevas generaciones acceder a la política de partidos. Por otro lado –continúa este analista chileno consultado-, no hay que olvidar que en los primeros años de la dictadura, Pinochet consiguió -a base de fustigar a diario a los “señores políticos”-, crear en la mente colectiva de la ciudadanía chilena, la idea de que los responsables de todo lo sucedido eran justamente, los políticos.

Una vez recuperada la democracia, los viejos políticos se apresuraron a retomar posiciones y tantos los de un bando como de otro, se aplicaron a la idea de recuperar el poder y el tiempo perdido sin dar paso a nuevos rostros. La renovación política en Chile se ha dado fundamentalmente, por cuestiones de edad ya que el tiempo “no perdona” concluye este analista miembro de un instituto privado de estudios políticos dependiente de una universidad chilena.

Durante los anteriores gobiernos de la Concertación los llamados a la juventud para que se inscribiera en los registros electorales fueron más de compromiso que de acción directa y comprometida y la última vez que la gente joven se sintió impulsada a participar fue con ocasión del plebiscito que permitió la vuelta a la democracia. En aquella ocasión, más del 35% de los votantes, tenía menos de 30 años.

Todos estos aspectos han sido considerados por los dos principales candidatos en liza; Piñera y Frei quienes se están volcando, en sendas campañas para convencer a los jóvenes a inscribirse y a votar. Obviamente, cada uno de los candidatos espera ser el preferidos por esta nueva masa de votantes que se incorporaría a los registros si las campañas iniciadas precisamente por estos días, dan resultado.

Por otra parte, es indudable que el apuro de Frei y Piñera por captar el voto joven, es una inmediata consecuencia de la fuerte arremetida en las encuestas de intención de voto que ha significado la posibilidad de Marco Enríquez-Ominai, el tercer candidato de izquierda independiente que, por su temprana edad -36 años-, está mucho más cerca y en sintonía con esa potencial masa electoral que tanto Piñera como Frei, pretenden allegar a sus activos de votantes.

Sebastián Piñera: Manos a la obra para cazar el voto joven

El principal candidato opositor, Sebastián Piñera, inició una fuerte campaña para atraer el voto de los jóvenes y a bordo de un autobús, dio el puntapié inicial al recorrido de 100 días que harán por el país un grupo de sus colaboradores -junto con dos de los hijos del candidato- en busca de incentivar la participación de los más jóvenes en las elecciones.

Con el lema "Mójate por Chile", la iniciativa pretende motivar a los jóvenes a que se inscriban en los registros electorales, condición sine quanon para votar.

Según opina Francisco Irarrázaval, coordinador de la campaña, la idea es usar el contacto personal para inspirar y "apasionar" a otros jóvenes por la política.
"El autobús lleva a tres hombres y tres mujeres de 22 años que van a visitar 200 comunas a lo largo de Chile, contándole a otros jóvenes por qué ellos participan en política", explicó. La travesía puede seguirse a través de un blog, en la página oficial de Piñera, donde también podrá verse el "docu-reality" que están filmando los tripulantes del autobús


El candidato oficialista Eduardo Frei, también apuesta por una estrategia similar

Pero Piñera no es el único que busca atraer a la juventud en estos comicios.

El candidato oficialista, Eduardo Frei, nombró hace pocas semanas a Sebastián Bowen, de 27 años, como coordinador general de su equipo de campaña.

La elección de Bowen, un reconocido líder social juvenil en Chile, fue vista por la mayoría de los analistas como un claro guiño a los menores de 30.

Según el Instituto Nacional de la Juventud de Chile, unos 3 millones de los cerca de 4 millones de jóvenes en edad de votar -es decir, mayores de 18 años-, no están registrados para sufragar si bien representan apenas un 8% del total del padrón electoral.

El tercero en la carrera electoral: Marco Enríquez-Ominami

Varios analistas consultados coincidieron en que la apatía de la gente joven con los candidatos tradicionales explica el éxito que está teniendo Marco Enríquez-Ominami, un diputado socialista que quiere lanzarse como candidato independiente y está tercero en las preferencias, según los sondeos. Muchos de los jóvenes no se ven reflejados en los políticos actuales, que son de una generación mucho más conservadora que la suya y que no los incluyen en sus propuestas políticas lo cual hace que Enríquez-Ominami, aparezca “como uno de los suyos”, conocedor de sus inquietudes y aspiraciones y cercano definitivamente, por una cuestión netamente generacional y éste, podría ser el factor que eventualmente, inclinara la balanza a favor de un político que tiene como bandera principal de su campaña, la idea de una renovación total.

Escepticismo en algunos sectores
Muchos piensan sin embargo, que este repentino interés de los dos principales candidatos por acercarse al electorado joven llega cuando menos, a destiempo y afirman que una iniciativa de esta naturaleza tendría que haberse acometido mucho tiempo antes comenzando por ejemplo, por cambiar el anticuado sistema de inscripción electoral, uno de los principales factores del desinterés de la gente joven si bien el gobierno, ha legislado para corregir este sistema y ha dispuesto que la inscripción será automática al cumplir los 18 años de edad y que entonces, el voto será voluntario.

Hay quien cree no obstante, que el repentino interés de los dos “grandes” en disputa por la presidencia de Chile por el voto joven, fue gatillado por la llegada y amenaza que constituye el joven candidato de la izquierda independiente Marco Enríquez-Ominami. De no haberse dado esta circunstancia –terminan diciendo los escépticos-, todo seguiría igual.