El fenómeno se desató aproximadamente a las 02:30 de la madrugada con, al menos, un par de marejadas que ingresaron al pueblo, llegando hasta la avenida principal.
Una veintena de lanchas e incluso un barco quedaron esparcidos en tierra luego de la subida de marea provocada por el cataclismo que afectó a Japón el viernes.
El fenómeno, que no se esperaba, luego de conocerse los mínimos incrementos registrados en otras latitudes, causó pánico entre los residentes que nuevamente revivieron la pesadilla del 27 de febrero de 2010.
Afortunadamente, no se registraron víctimas, ni heridos de consideración, toda vez que el Gobierno había dispuesto la evacuación de todas las personas que estuvieran en sectores inundables.
Cerca de allí, en Coliumo (ubicado al frente, en la misma bahía), también se registraron daños y un corte de luz que se mantiene hasta ahora.
Finalmente se destacó la importante labor desplegada especialmente por efectivos de Carabineros y personal de la PDI.