CAMPO DE GIBRALTAR
Algeciras se sitúa a la cabeza de la provincia en número de alumnos inmigrantes
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
El municipio tiene 1.283 alumnos escolarizados procedentes de otros países este curso. Marruecos es la población, con la mitad de todos los estudiantes inmigrantes matriculados
Algeciras es, desde hace años, un crisol de culturas y nacionalidades. Sus centros educativos constituyen un fiel reflejo de la realidad sociocultural del municipio, ya que dan cabida en sus aulas a un total de 53 nacionalidades. Todos suman un total de 1.283 alumnos, frente a los 984 del curso anterior, lo que supone un crecimiento del 30 por ciento.
El reparto por nacionalidades no resulta sorprendente. El 50,1 por ciento de los estudiantes procedentes de otros países es de origen magrebí, seguidos de un cinco por ciento procedentes de Bolivia. Según los datos sobre interculturalidad facilitados por la Delegación de Educación de Cádiz, el total de este colectivo de escolares apenas alcanza el cinco por ciento de los escolarizados en las enseñanzas obligatorias y posobligatorias en el municipio.
Los profesores y los alumnos coinciden en que, en líneas generales, la diversidad de procedencias no es sinónimo de conflictividad. Insisten, sin embargo, en la necesidad de reforzar los programas que facilitan la integración del alumnado inmigrante.
Cuestión de idioma
El IES Ventura Morón tiene en sus aulas jóvenes de 12 nacionalidades, en su mayoría magrebíes, que suponen el 30 por ciento de los 429 alumnos del centro. El instituto es un ejemplo de integración. "No tenemos problemas de integración", asegura su director, Francisco Lozano, "pero sí deberíamos tener ciertas ayudas".
El centro, al igual que otros de las mismas características, dispone de Aulas Temporales de Adaptación Lingüística (ATAL), cuyo objetivo es reforzar el aprendizaje del español a los alumnos inmigrantes.
El desconocimiento de la lengua es una de las principales trabas al avance escolar de este sector de los estudiantes. Lozano explica que la ralentización en el aprendizaje se refleja en el diagnóstico del nivel de competencia, que se lleva a cabo tanto en el ámbito individual como de curso y de centro. "Las dificultades de comprensión se plasman en las notas, lo cual hace descender la media".
Sin embargo, la lengua no es el único escollo a salvar. El director del IES El Saladillo, José Alberto Cabello, apunta otra cuestión. El 70 por ciento de los alumnos matriculados, un total de 575, son inmigrantes y suman cerca de 20 nacionalidades. Proceden, en su mayoría, del Magreb. Sólo cinco estudiantes del centro se han apuntado a las clases de adaptación y el número de los que asisten regularmente se reduce a tres.
"El hecho de que no vayan no se debe a su procedencia, sino que es una postura generalizada en las familias de la zona, españolas o extranjeras, muchas no se implican en los temas relacionados con la formación de sus hijos", dice Cabello. El director de El Saladillo propone la intervención de mediadores - existentes en algunos centros - o profesionales similares que favorezcan el interés de lso familiares por la educación de sus hijos.
Las barreras idiomáticas parecen diluirse a medida que disminuye la edad de los escolares. El número de estudiantes de otros países ha disminuido en el CEIP Alfonso XI con el paso de los años. La mayoría llegó hace años y domina el idioma a la perfección, ha pasado a secundaria o ha trasladado su expediente, tal y como explica su jefe de estudios, Javier Izquierdo.
"Ahora sólo tenemos una niña francesa en primero de primaria que entró hace poco y habla perfectamente el castellano", dice Izquierdo, "los pequeños tienen una capacidad de asimilación increíble y por eso no se implantan programas de adaptación a edades tan tempranas".
Convivencia
Para Lozano, la prioridad es evitar la formación de guetos. "Muchas veces hay que estar muy encima porque tienden a jugar en los mismos equipos y a formar grupos, cuando es mucho más beneficioso que se relacionen entre sí", insiste.
La concentración de alumnos en un mismo instituto o colegio podría propiciar, en opinión del director del Ventura Morón, la creación de guetos. Por ello, plantea la necesidad de que, en la medida de lo posible, la población escolar extranjera se reparta entre los diversos centros de la ciudad.
No obstante, una vez salvado el inconveniente del idioma todo parecen ventajas. Los responsables de los centros educativos y los alumnos recalcan que la conflictividad es un hecho aislado no relacionado con la interculturalidad, sino con los problemas de cualquier colegio e instituto.
Lozano destaca la riqueza que la convivencia de países y culturas aporta al instituto que dirige. Sus fiestas de fin de curso son la mejor prueba de sus afirmaciones. Cuando termina el curso en el patio del Ventura Morón las actuaciones de 'rock' se combinan con encuentros deportivos casi internacionales y con danzas del vientre en las que las españolas y marroquíes apenas se distinguen entre sí.