Muchas de ellas provienen del Museo Sorolla, actualmente cerrado por reformas y otras de la colección de la Hispanic Society of America en Nueva York, del gran mecenas del arte español Archer M. Huntington, cuya colección acumula una magnífica selección de obras de gran tamaño del artista, entre las que destacan los 14 paneles Visión de España, una representación de las diferentes regiones, de los que 5 están expuestos en la muestra.
Sorolla, el único impresionista español reconocido mundialmente, demuestra una capacidad especial capturar la luz y el color, especialmente en el entorno mediterráneo. En esta ocasión podemos disfrutar de un recorrido por las diferentes etapas de su carrera. Varias obras revelan su precoz habilidad en el manejo de la luz y la sombra, algo que perfeccionará a lo largo de su vida artística.
Algunas de las principales atracciones de la muestra son Boulevard de París (1892) que retrata la vida en la capital francesa, solo expuesta el año de su creación y dada por desaparecida desde entones y El bote blanco (1905), una de sus célebres escenas de playa, que se exhibe por primera vez en Madrid, en ella, el artista captura la vibrante atmósfera del Mediterráneo, con niños jugando en la orilla y el reflejo del sol en el agua, destacando su característica pincelada rápida y fluida. En la primera sala se exponen las icónicas ¡Y aun dicen que el pescado es caro¡ del Museo del Prado! y La vuelta de la pesca expuesta en el Musée d´Orsay en Paris
El tratamiento de la luz que es uno de los elementos centrales de la obra de Sorolla, queda resaltado de forma brillante. Las escenas de playa y mar, que quizás son las más icónicas de su carrera, incluyen obras como Niños en la playa (1910), donde el artista transmite la calidez del sol mediterráneo a través de los reflejos en el agua y en los cuerpos de los niños. Igualmente, destacada es "Paseo a orillas del mar" (1909), donde retrata a su esposa Clotilde y a su hija mayor caminando por la playa de Valencia, en una escena serena y llena de belleza natural.
Aunque Sorolla es principalmente conocido por sus escenas de playa, la exposición también profundiza en otros temas de su obra, como el retrato y la vida cotidiana, tanto en el campo como en la ciudad. Obras como Madre (1895) revelan la ternura con la que retrataba a su entorno más cercano, mientras que e del fotógrafo Antonio García en su laboratorio (1908), muestra su destreza para plasmar la personalidad de sus modelos .Garcia fue mentor y suegro del artista.
La exposición también destaca la influencia que sobre el tuvieron los grandes maestros de la pintura clásica.
"Sorolla: 100 años de Modernidad" nos brinda una oportunidad única para redescubrir a quien es un referente en la historia del arte. Esta exposición no solo celebra su legado, sino que también invita al público a sumergirse en la belleza y la luz del Mediterráneo a través de los ojos de uno de sus más grandes intérpretes, que es considerado como nuestro artista más representativo del amplio periodo que va de Goya a Picasso.