Sánchez ha mostrado «su orgullo» y ha asegurado que el interés entre las lenguas de ambos países, el chino y el español, es recíproco. «Para la importante empresa de difundir y promover el aprendizaje y el conocimiento, el español cuenta con la ayuda de inestimables hispanistas», ha añadido. Además, ha subrayado que España es uno de los países europeos donde el estudio del chino mandarín «tiene mayor dinamismo».
El Instituto Cervantes tiene presencia en China desde 2006, cuando se abrió en Pekín, en el distrito de Chaoyang. Un año más tarde, en 2007, los entonces Príncipes de Asturias inauguraron la Biblioteca Miguel de Cervantes en Shanghái, que hasta hoy dependía del Consulado español pero era gestionada por el Instituto. Con el acto de hoy y la firma del convenio ayer lunes en el Palacio del Pueblo de Pekín entre el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y el ministro de Cultura y Turismo chino, Sun Yeli, se da carta de naturaleza al segundo Cervantes en el gigante asiático.
«Hace años que trabajamos, mucho y bien, con China y en China», ha dicho Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, quien ha intervenido en el acto. Montero ha hecho un recorrido por los lazos culturales entre el país de Confucio y España —citando a Li Bai, Marcela de Juan, Wang Wei, Rafael Alberti o María Teresa León— y ha agradecido el «trabajo infatigable de los hispanistas chinos por difundir nuestro idioma y nuestra cultura».
Además, se ha referido al chino y el español como las dos lenguas maternas más habladas del mundo. El diálogo entre ambas, ha añadido, «impide cualquier deseo de homogeneización de culturas que se pretenden únicas». Y ha subrayado que «un mundo anglosajón que no cuente con el chino y el español no es solo un mundo limitado y ciego, es un mundo de mentira». Por último, anunció que la biblioteca del nuevo Cervanets de Shanghái llevará el nombre de la Marcela de Juan, autora de traducciones pioneras al español de poesía china.
En el acto, además ha participado el catedrático emérito de SISU (Shanghái International Studies University) y académico correspondiente de la RAE, Lu Jingsheng, quien ha definido esta apertura como «un gran paso adelante y hacia arriba» para los hispanistas de la región.
Entre los asistentes al acto —que ha comenzado con la tradicional danza de buenos augurios del dragón y los leones— se encontraban el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares; el embajador chino en España, Yao Jing; la embajadora española en China, Marta Betanzos; el vicesecretario general de la Municipalidad de Shanghái, Wang Ping; la directora del Cervantes de Shanghái, Inma González Puy o los vicerrectores de la Universidad de Fudan, Chen Zhimin, y de SISU, Yi Yonggang.
Amplio y variado legado fundacional
El Instituto Cervantes de Shanghái tiene una superficie de 1200 metros cuadrados y está ubicado en la calle Anfu, en la antigua “concesión francesa”, uno de los enclaves históricos de la capital económica, en el que conviven edificios de carácter europeo y otros de diseño vanguardista. Es el barrio de la cultura y del diseño por excelencia, donde se encuentran, por ejemplo, algunas casas-museo de artistas del periodo revolucionario, institutos de artes escénicas, teatros y cines, así como numerosas galerías y cafés.
Hereda de la Biblioteca Miguel de Cervantes —gestionada por el Instituto desde su apertura— más de 12.000 libros en castellano y las otras tres lenguas cooficiales, cubriendo un amplio espectro de géneros desde la narrativa al teatro o la poesía de España e Hispanoamérica, así como diccionarios y materiales para la enseñanza de la lengua. Destaca una colección con idiosincrasia local, compuesta por traducciones de obras del chino al español y del español al chino, así como títulos sobre China originalmente escritos en español, que reivindican la tradición sinológica de España y la labor que realizan los investigadores y traductores hispanohablantes y chinos.
El español en China
El español está de moda en China. Son muchos los jóvenes que se acercan al español por afinidad cultural -deporte, cine, música- pero sobre todo por su excelente empleabilidad. La curva de crecimiento y desarrollo de la lengua de Cervantes en el país de Confucio ha sido exponencial y está en camino de consolidarse progresivamente como la segunda lengua extranjera con mayor demanda en el país, por detrás del inglés.
El número de universidades con oferta de español no ha cesado de aumentar cada año, incorporándose entre uno y tres departamentos en universidades repartidas por toda la geografía china (según fuentes del Ministerio de Educación chino 15 en 2000, 46 en 2010 y 106 en 2023).
La demanda del español es cada vez mayor también en la educación primaria y secundaria. Además, desde 2018, el Ministerio de Educación chino incluyó la enseñanza del español como lengua optativa en Secundaria, y sus alumnos pueden elegirlo, en sustitución del inglés, en el examen nacional de selectividad, el Gaokao.
60.000 estudiantes de español
Hay cerca de 60.000 estudiantes de español activos en centros de enseñanza reglada, si bien la enseñanza no reglada —academias, aplicaciones, autodidactas— no ha podido aún ser cuantificada por fuentes oficiales, pero se acercarían a 70.000 en total. Uno de los principales retos de futuro para el español en China es la formación de formadores, dada la carencia de profesores cualificados.
China está entre los primeros centros en número de inscritos DELE (Diplomas de Español) en la red del Instituto Cervantes con más de 5.500 examinados en 2023—desde su implantación, han sido más de 87.000 los exámenes realizados—. Desde la apertura del Cervantes en Pekín y sus extensiones académicas en Shanghái y otras ciudades, se han formado en China 31.000 alumnos y ha habido cerca de 64.000 matrículas.
(Enviado por José Antonio Sierra)