Somos un combinado o un cocido o una paella estamos formados por diversos ingredientes. Esa es la realidad. -Vean algunos manuales sobre Fenomenología Religiosa…-.
El ser humano, la inmensa mayoría tiene una concepción natural y social y cultural de lo que es bueno o no-es-bueno o es malo moral y éticamente, y, lo que es bueno o no-bueno o menos bueno o malo espiritual o religiosamente… Es nuestra condición, a la persona humana se la he definido de multitud de formas y maneras, pero una es el ser que busca el bien moral, el ser que busca la espiritualidad-religiosidad, que busca al Ser Supremo… -No es lo mismo lo bueno moral, ni lo espiritual-religioso, ni el Ser Supremo…-.
Es como si esa regla que está dentro, no solo es necesidad social o cultural o política o económica o psicológica… sino es todo ello, más algo que tiene y nace y surge de su naturaleza más profunda. Algunos dirán por temor, otros por fuerzas sociológicas, otras para sobrevivir de todas las necesidades humanas, ahora yo, podría poner nombres, para quedar bien: Nietzsche, Strauss, Freud, Marx, Feuerbach, Schopenhauer, Heidegger, Sartre…
Ahora, en Europa y también en España, la religión cristiana y la moralidad cristiana y la espiritualidad cristiana y la ética cristiana y la filosofía cristiana va en retroceso. Hay muchos factores, variables, causas y fines de porqué está sucediendo esta realidad. No podemos aquí contar, al menos diez de ellas, que no sabemos si son las más importantes. Pero una persona sin ese deseo profundo de la Trascendencia, del Ser Supremo, de la Bondad y Bien Supremo, sin ese deseo del bien moral inmanente, sin todo eso, un ser humano está roto por dentro, está laminado, está troceado por dentro, y en parte, también por fuera, sea consciente o no. Lo reconozca o no.
Lamentablemente, los humanos, demasiados humanos, siguiendo el refrán popular, “hemos echado a Dios, de la casa por la puerta a escobazos, y, hemos dejado entrar por las ventanas, miles de supersticiones…”. Estamos olvidando al Nazareno y a la filosofía cristiana, una filosofía, al menos una filosofía, ponderada y valorada y aquilatada durante siglos, que es capaz de guardar equilibrios entre el individuo y la sociedad, el interior y el exterior, la moralidad y la eficiencia instrumental, y, decenas de otros aspectos…
Estamos olvidando en un rincón al cristianismo y a la filosofía cristiana y a la moral cristiana, en un rincón de nuestra sociedad, de nuestro corazón, y de nuestra vida pública… Y, nos estamos atando a mil supersticiones y a mil cultos de la hipersensualidad, hipersexualidad, hipermaterialismo, hiperhedonismo, hiperrelativismo, hipersoberbia… ¡Esta es la realidad, aunque nadie nos lo diga, nadie o casi nadie se atreva a escribirlo, y, menos en un artículo de opinión…!
El maestro Camba, Julio Camba, JC, en su ironía y en su profundidad y en su esencialidad, redactó una columna, que es archifamosa, titulada: Los curas de aldea, publicada en El Mundo, el cuatro de junio de 1908. Y, como siempre, no sabemos si inventados o imaginados, nos relata hechos o presuntos hechos o falsos hechos o pseudoimaginarios hechos. Pero la realidad es que una parte de la población española, que ha tenido formación, en estos dos últimos siglos han pasado por los seminarios y noviciados del cristianismo católico. Esta es la realidad. También es cierto, que muchos otros por escuelas, colegios, institutos regentados por las manos y dedos del cristianismo, en sus órdenes religiosas y en otras maneras y formas…
No se puede entender esta Piel de Toro, sin la influencia de la religión, -reitero religión-, según épocas, haya sido el cristianismo o el islamismo, y, en menor medida el judaísmo… Ahora, se va abriendo la sociedad, que ya es planetaria a otros cultos religiosos y religiones de cualquier lugar del mundo. Ya, ya en las grandes ciudades existen, personas de religiones diversas, en mayor o menor medida, en toda Europa.
Echamos en falta, para la paz mundial, para la paz en cada territorio, que las altas jerarquías religiosas de todas las religiones y de todas y cada una de ellas. Firmen la paz entre ellas. Necesitamos, para el bien de la humanidad y de la especie… Estamos ya en el siglo veintiuno. Por favor, necesitamos que las jerarquías medias de todas las religiones, entre ellas, firmen la paz, en cualquier lugar del mundo. En cualquier territorio del mundo. ¿¡Es mucho pedir, señor Camba, qué le parecería a usted esta propuesta…!?
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (17 octubre-07 nov. 2023 cr).