El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, Pablo Palencia, en el acto de inauguración, ha ensalzado el papel de la anchoa como "emblema y embajadora" de Cantabria y ha puesto en valor el lugar destacado que ocupa dentro del amplio abanico que compone la producción agroalimentaria de la Comunidad Autónoma.
Con estas palabras, el consejero de Pesca se ha referido a este producto, en la inauguración de la Galería de la Anchoa, que se ubica en el polígono industrial de Santoña, y ha supuesto una inversión de 255.850 euros.
Ha alabado "el paso arriesgado" que ha dado Ana María Fernández para embarcarse en esta iniciativa para dar a conocer el trabajo y el saber hacer de los trabajadores de este sector, al tiempo que ha subrayado la labor de los hombres y mujeres del sector primario que proveen de alimentos al resto de la sociedad. En su opinión, la anchoa es uno de los productos estrella que ofrece Cantabria, y como no podía ser de otra manera, desde hoy tiene un museo en Santoña, "cuna de la anchoa".
Este espacio, impulsado por la fábrica de conservas 'Ana María', tiene por objeto difundir la historia conservera y pesquera de la villa, así como todo el proceso de elaboración. Un proyecto para promocionar parte de la cultura de este pueblo y concienciar sobre el trabajo y proceso de elaboración de este producto, sello de identidad de Santoña.
Para Ana María Fernández este proyecto supone hacer realidad una "idea en su mente" desde hace más de 25 años, que ha confiado se convierta en un "referente". En Santoña hay más de 70 empresas en este sector, "de ahora en adelante los visitantes de Santoña van a poder conocer de cerca el proceso de elaboración cuando vengan a visitarnos", ha afirmado Fernández.
Junto a la fundadora y gerente de 'Conservas Ana María', Ana María Fernández, han asistido a la inauguración el alcalde de Santoña, Jesús Gullart, el director de Pesca y Alimentación, Paulino San Emeterio, y numerosos alcaldes de la comarca y profesionales del sector pesquero.
La galería es el primer espacio de estas características que se abre en el municipio cántabro dedicado a su producto más reconocido.
Comparte espacio con la fábrica de salazón y recrea un barco pesquero encallado en un fondo marino. La exposición acerca a vecinos y visitantes de una manera "novedosa, interactiva y participativa", tanto la historia de la anchoa como todo el proceso de elaboración, desde que se pesca el bocarte en alta mar hasta que se termina la conserva en una lata.
Además, cuenta con una exhibición de piezas y materiales destinados al tratamiento y pesca de la especie que incluye cestas, un carro o barriles sicilianos, que se complementan con una proyección audiovisual. El techo refleja el fondo marino, donde variarán sus colores, y en sus paredes hay 42 fotografías en blanco y negro y cuatro en un formato de mayor tamaño en color. Algunas de estas imágenes han sido cedidas por los vecinos y otras son propiedad de Ana María Fernández y realizan un recorrido por el proceso de elaboración de la anchoa, las antiguas fábricas, la venta en la antigua lonja o su transporte.
Asimismo, se realizarán demostraciones culinarias o talleres para que el visitante realice su propio tarro de anchoa, entre otros. Las instalaciones cuentan, además, con una zona de museo-exposición y una cafetería-tienda.
La conservera Ana María se fundó en 1996 y se dedica a la elaboración, no sólo de anchoa, sino de otros productos como ventresca, bonito, mejillones, zamburiñas, boquerones y chicharrillo.
Asidua a la Feria de la Anchoa que cada año acoge la villa ha obtenido los premios a la Mejor Anchoa del Cantábrico en 2016 y2017. Asimismo, en 2023 ha recibido el galardón a la Mejor Anchoa Orgánica, concedida por una agencia privada a nivel internacional, así como el Taste Award en Singapur en 2017 y en Bélgica en 2019.