El autor dice con sonrisa y humor “Este libro es mi testamento poético”. En su poemario hay numerosos sonetos al amor humano y divino, algunos de ellos asonantados.
Para Miguel Gutiérrez García (Cartagena. Murcia, 1931), la antología “son los recuerdos de lo que se ha sentido y vivido y que el tiempo, que destruye casi todo, ha respetado gracias a unos versos. Una antología es reconciliarse con un pasado que está a punto de perderse, y que solo se mantiene vivo gracias a esos piadosos versos que fueron el fulgor de un día”.
SONETO
Dios ha nacido para mí también.
Reclamo para mí su advenimiento,
porque voy a tener en Él cimiento
que sirva a mi flaqueza de sostén.
Dios que tomó mi cuerpo por rehén,
le quiso conceder mejor sustento
y me puso, sabiéndome sediento,
en los labios las aguas de su Edén.
Es lógico que mi alma esté contenta.
En las frases de un falso adulador
se ha visto muchas veces extraviada.
Ya no será la eterna penitenta
que se conduela de un perdido amor.
Hoy es la amante fiel de un Dios amada.