El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez ve la integración de Air Europa con Iberia como un proyecto estratégico para el Estado en el sentido que permitirá a España competir con el resto de grandes hubs europeos como Fráncfort, París-CDG o Ámsterdam, donde una única gran aerolínea tiene masa suficiente como para múltiples conexiones.
Por lo tanto, para cualquier inversor sería un factor disuasorio contemplar una inversión en Air Europa si supusiera un conflicto con el gobierno, que es además el responsable de la gestión aeroportuaria del país al poseer el 51 por ciento de Aena.
Junto a ello, la deuda de unos 800 millones de euros supone un freno para facilitar candidatos reales a comprar Air Europa, ya que uno de los principales activos de la aerolínea como son los ‘slots’ están al alcance de cualquiera que los solicite ante la falta de saturación del aeropuerto de Madrid, como vino revelando REPORTUR.us.
Además, la legislación europea prohíbe a inversores de fuera del Viejo Continente ostentar la mayoría del capital de una aerolínea comunitaria, con lo que el abanico de candidatos se reduce a los que pudieran tener sinergia como sería otro grupo aéreo en lugar de un financiero, y de los dos grandes, como Lufthansa y Air France-KLM, ambos se encuentran en una situación débil y con sus gobiernos como accionistas.
Recientemente, el dueño de Globalia y de Air Europa, Pepe Hidalgo, dio por cerradas las negociaciones con Iberia, pero tanto la aerolínea de IAG como el Gobierno por boca de su vicepresidenta primera Nadia Calviño demostraron como falsas las palabras del empresario al confirmar que mantienen conversaciones a diario.
Fuente: Reportur.com