Más autonomía
La mayor preocupación a la hora de elegir un eléctrico es su autonomía. Realmente era el problema de los primeros coches que salieron al mercado hace aproximadamente una década. Sin embargo, los avances tecnológicos en las baterías han logrado solucionar este punto de forma muy eficaz.
Actualmente, un vehículo eléctrico puede recorrer bastantes kilómetros hasta necesitar un punto de recarga eléctrica.
EL aumento de la autonomía ha permitido pensar en este tipo de vehículos para todo el tipo de viajes, sin necesidad de volver a casa para recargar la batería.
Tiempo de carga reducido
Otro avance tecnológico importante ha sido la aparición de los nuevos cargadores rápidos que reducen drásticamente el tiempo necesario de carga.
Si en un viaje hay la necesidad de cargar la batería, no se necesitará un tiempo muy prolongado para poder retomar el viaje. Actualmente es suficiente con una pequeña pausa, igualmente recomendada para evitar el cansancio al volante.
De hecho, la reducción del tiempo de carga, aliado con el aumento de la autonomía, permitirá realizar un viaje largo aprovechando el tiempo de descanso de los ocupantes para recargar la batería del vehículo.
Ampliación de la red de recarga
Aliado a la autonomía y a la reducción de los tiempos de carga, la inversión en infraestructura favorece la utilización del coche eléctrico.
La ampliación de la red de recarga ya es un hecho visible, no es imprescindible limitarse a la recarga doméstica. Actualmente se pueden encontrar puntos de carga en la mayoría de los centros comerciales, en varias estaciones de servicio e incluso en áreas industriales de las principales ciudades.
Encontrar puntos de carga es cada vez más fácil, y ya no es necesario planificar un viaje teniendo en cuenta estos puntos. Ahora es posible recargar la batería en la misma parada de descanso del conductor.
Cero emisiones con muchas ventajas
Las ventajas de los vehículos eléctricos van mucho más allá de la economía.
El cuidado del medioambiente está al orden del día y la posibilidad de hacerlo sin necesidad de sacrificios es una ventaja clave a tener en cuenta.
Cuenta igualmente con el beneficio que aporta un eléctrico en una gran ciudad: plazas de aparcamiento propias (con cargador), bonificación de tarifas en las zonas de pago, uso del carril bus y sin restricciones en episodios de alta contaminación.
Sea por cuidar el medio ambiente o por la comodidad de no pasar por la gasolinera antes de empezar el viaje, elegir un coche eléctrico permitirá disfrutar de cualquier tipo de viaje.
Aún queda camino por recorrer, pero con la mejora tecnológica será cada día más sencillo.
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