Una barbacoa de gas es una opción a considerar si no queremos una de carbón. Su tecnología cada vez es más avanzada y sus componentes de acero inoxidable le otorga una gran durabilidad y estética.
Hay una multitud de modelos, así como de accesorios. Tener un buen material es la base para hacer una barbacoa que marque la diferencia, sin dejar a un lado por supuesto la calidad de la materia prima.
Secretos para triunfar
Para esos eventos sociales en terraza y en jardín que tan buenos momentos dejan, hay que elegir bien. Una barbacoa realmente es una actividad un poquito más compleja de lo que se piensa.
Lo primero que hay que tener en cuenta que hay que organizarse bien y planificar con la suficiente antelación todo lo que se necesita. Carbón, pastillas de encendido, alcohol para quemar, pinzas, parrillas, planchas, tenacillas…
No basta con comprar carne y carbón y pensar que todo saldrá bien, es importante una labor previa y saber cuántos invitados habrá.
Comprar a ojo puede no adaptarse a las necesidades, por defecto o por exceso; y es conveniente además que quien vaya a ejercer de chef tenga los elementos necesarios por su propia seguridad.
Pinzas largas para poder dar la vuelta a las piezas, guantes para manipular las parrillas y algún hierro largo para las brasas. Una alfombra para la barbacoa ignífuga es una apuesta de profesional.
La selección de la comida
Se puede cocinar cualquier tipo de carne, pescado, marisco o verdura. La parrilla es muy versátil, casi cualquier producto puede degustarse a la brasa. Las piezas reina son la presa, el lomito, lagarto, costilla, panceta, salchichas, etc.
Para darle un toque de altura la ternera y el buey son deliciosos, nada como un buen chuletón a la parrilla.
Los maestros de la barbacoa recomiendan probar la entraña, una parte de la ternera menos conocida pero que destaca por su jugosidad. Lo más complicado en la brasa es tener una temperatura uniforme, mantenida en el tiempo necesario.
Y cuidado con los entrantes, puede ocurrir que para cuando salga la materia prima de la parrilla los invitados hayan saciado demasiado el apetito.
Cuestión de gustos
Aunque cada persona tiene su preferencia en el punto de la comida, el objetivo es que la carne se ponga crujiente y sacar partido a lo que proporciona una barbacoa que no puede hacerse en una cocina convencional.
Que se dore rápidamente creando una corteza que impida que la carne pierda sus jugos. Y un secreto de los expertos: no es necesario dar muchas vueltas al producto, con una basta.
Truco para el anfitrión
Para contribuir a la engorrosa posterior limpieza se puede recurrir a untar la parrilla con aceite y cubrirla con papel de aluminio, que hace de efecto horno y reduce mucha suciedad posterior en la parrilla.
Lo mejor de todo es disfrutar de los placeres de una buena barbacoa en compañía, en mayor o menor número. Y este momento puede ser perfecto para hacerse con los accesorios necesarios para convertirse en el rey de las barbacoas.
Si (
No(
