Un día después de las elecciones, algunos de los principales partidos analizaron los resultados, entre ellos el PSOE, que tiene intención de hablar con todos los grupos, como avanzó esta tarde el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
El presidente del Gobierno admitió siempre que su intención es gobernar en solitario, sobre todo si, como ocurrió, lograba un importante aumento de escaños en los comicios. Una idea que recordaba la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, quien dijo que Sánchez tratará de gobernar con sus 123 diputados y un Ejecutivo progresista que dé "cuatro años de tranquilidad".
Después, José Luis Ábalos insistió en que el partido está abierto a todas las fórmulas, sin esconder que los socialistas prefieren no hacer coaliciones. "Tenemos mucha experiencia de alcanzar acuerdos sin necesidad de coaliciones", dijo el dirigente socialista, quien al hablar de Podemos recordó (y agradeció) los acuerdos programáticos que el PSOE y ese partido tuvieron hasta la fecha.
Tras insistir en que el PSOE pretende "hablar con todos" y tratar de llegar a acuerdos "de muchas formas", Ábalos aludió a Ciudadanos. Horas después de que los simpatizantes socialistas gritaran a Sánchez "con Rivera, no", dijo que en el partido no se plantean un acuerdo de investidura con Cs y que sería "patético" hacerlo, pero también afirmó que "todo está abierto" en materia de apoyos para formar gobierno.
Añadió que la dirección del PSOE tiene "muy claro lo que piensa" su militancia y cuál es el "sentimiento" de sus electores. "Y no vamos a decepcionarlos", analizó.
puerta cerrada
Del otro lado, además, no parece que Ciudadanos esté dispuesto a nada con el PSOE. El partido naranja mantiene el veto a los socialistas y no negociará con ellos ni un Gobierno ni la investidura de Pedro Sánchez ni tampoco facilitará que siga en Moncloa "de la mano de Podemos y de los separatistas", afirmó Inés Arrimadas.
Mientras el PSOE empieza a preparar estrategia para tejer los apoyos a la investidura, la dirección del PP ya quiso subrayar que Pablo Casado va a seguir siendo el líder del partido a pesar de la debacle.
Fue la mano derecha de Casado, Teodoro García Egea, quien en rueda de prensa advertía de que a partir de ahora y durante los próximos cuatro años "el líder de la oposición se llama Pablo Casado".
El secretario general del partido aseguró que los populares piensan hacer autocrítica pero también insistió en atribuir el mal resultado a la fragmentación del voto de centroderecha, que generó una "división" que favoreció a Sánchez.
El PP no tuvo el comité ejecutivo nacional que suele celebrar los lunes tras unas elecciones y dejó la reunión para hoy mismo. Un encuentro en el que la cúpula analizará el mal resultado con los barones regionales que acudan.
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