En septiembre del año pasado, otro atentado terrorista dejó por lo menos 25 muertos y 60 heridos durante un desfile militar en la ciudad de Ahvaz, en el suroeste de Irán.
Entonces, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) lo reivindicó en su agencia de propaganda Amaq, pero los Guardianes de la Revolución de Irán acusaron del mismo al movimiento separatista árabe Alahvazié.
Cuatro extremistas, vestidos con uniformes militares, abrieron fuego con fusiles Kaláshnikov desde detrás de la tribuna de las autoridades contra las unidades del Ejército y de los Guardianes que desfilaban y contra los asistentes, provocando el caos.
Entre las 25 víctimas mortales quedaron militares y civiles, incluidos mujeres y niños.
Este tipo de atentados no son frecuentes en el interior de Irán, donde sí son habituales los ataques de grupos extremistas contra guardias fronterizos en los límites del país con Pakistán o Irak. En junio de 2017 se registró un grave atentado contra el Parlamento iraní y el mausoleo del imán Jomeiní en Teherán, también reivindicado por el EI y se saldó con 17 muertos y más de 50 heridos.
El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, responsabilizó a "un régimen extranjero" patrocinado por EE. UU. de la masacre, por haber "reclutado, entrenado, armado y financiado" a los terroristas.
¿Por qué el Estado Islámico ataca a Irán?
A finales del año pasado, el Estado Islámico amenazó con nuevos ataques sobre el país. "Todavía no se repusieron del impacto, y no será el último. El próximo será mucho peor y más amargo", afirmó Abulhasan al Muhajer.
En este mensaje de audio poco habitual del portavoz del grupo EI, confirmó la responsabilidad del grupo yihadista en el atentado de Ahvaz, que el grupo ya había reivindicado en nombre de la Resistencia Nacional de Ahvaz, que se presenta como grupo separatista árabe.
Unos meses antes, la organización había amenazado con actuar en Irán como represalia al apoyo militar y logístico que da Teherán a las autoridades en Siria e Irak, dos países donde el grupo yihadista perdió la mayoría de los territorios que controlaba.
Irán no ha ocultado su respaldo a Bashar al-Asad, presidente sirio.
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