"No me gustó ver a las familias separadas", dijo el mandatario en la ceremonia de firma del decreto, después de anunciar más temprano, en un dramático cambio en su discurso, que iba a poner fin a esta controvertida práctica, reseñó AFP.
Kirstjen Nielsen, el escudo de Trump en la crisis de las separaciones
Kirstjen Nielsen estaba comiendo con un acompañante cuando un grupo de activistas comenzó a increparle. "¡Pon fin a la separación de familias!". "¡Pide perdón!". "¡Vergüenza!", le gritaron. Al final, los servicios de seguridad decidieron sacar a la secretaria de Seguridad Nacional del céntrico lugar, un restaurante mexicano a una cuadra de la Casa Blanca.
Unos 2.300 niños inmigrantes han sido separados de sus padres en la frontera con México en el marco de una política de Donald Trump para desincentivar la inmigración ilegal. Nielsen ha sido su cara visible. "Si los niños no comen en paz, tú no comes en paz", le gritó el grupo de manifestantes, señaló DPA.
La separación de familias indocumentadas, la mayoría procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala, los países del violento Triángulo Norte centroamericano, ha provocado una de las mayores crisis de imagen de la administración Trump en el año y medio que lleva este en la presidencia de Estados Unidos.
"No pediremos perdón", dijo Nielsen el lunes, cuando negaba la existencia de una política para separar familias, responsabilizando falsamente de ello a las leyes aprobadas bajo administraciones demócratas. La fuerte presión llevó a Trump el anunció de la firma de una orden ejecutiva para mantener juntas a las familias. Nielsen pasó gran parte de la mañana redactándola con el presidente, según medios estadounidenses.
Las imágenes de niños en jaulas dentro de grandes instalaciones y la grabación en la que se escucha llorar desconsoladamente a pequeños que acaban de ser separados de sus padres, arrestados, procesados y enviados estos a centros carcelarios, dio lugar a una ola de indignación y protesta tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
"Reflejan el enfoque de quienes han publicado esas fotografías y narrativas. Las narrativas que no vemos son las narrativas del crimen", dijo Nielsen el lunes en una rueda de prensa en la Casa Blanca, irritando a los periodistas allí presentes y generando críticas y condenas de organizaciones de derechos humanos y civiles.
"¿Esto no es maltrato infantil?", le preguntaron. "Tenemos elevados estándares", respondió ella. "Les damos comida, les damos educación, les damos cuidados médicos, hay videos, hay televisiones". La respuesta generó indignación. Numerosos legisladores demócratas pidieron desde entonces su dimisión y en las redes sociales aparecieron memes con Nielsen como Cruella de Vil, la villana de "101 Dálmatas", e incluso como un oficial nazi.
Nielsen tiene 46 años y de su vida personal se sabe poco, como han constatado medios estadounidenses en los últimos días cuando han querido hacer un perfil de ella en el marco de esta crisis. Ha sido siempre descrita como una figura dura y reservada. Experta en seguridad y ciberseguridad, era la segunda de John Kelly cuando este estaba al frente del Departamento de Seguridad Nacional y asumió el cargo el pasado de diciembre, después de que el que fuera su jefe se marchara a la Casa Blanca como jefe de Gabinete de Trump.
El Departamento de Seguridad Nacional fue establecido en respuesta a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y se ocupa de la seguridad en la frontera, además de las aduanas, la guardia costera y el manejo ante emergencias, entre otros asuntos.
En mayo, Nielsen redactó una carta de renuncia que no llegó sin embargo nunca a entregar a Trump, después de que éste la amonestara ante el resto del gabinete por lo que el mandatario consideró que era un fracaso en asegurar la frontera, según publicaron medios estadounidenses.
The New York Times atribuyó su dureza en esta crisis a aquel episodio y el intento de Nielsen de satisfacer al mandatario. "La señora Nielsen sirvió de escudo a la administración Trump frente a la crítica global por sus intentos en la línea dura de desincentivar la inmigración ilegal", indicó el diario.