Yemen está en guerra desde hace más de dos años y sufre una epidemia de cóleraque dejó cerca de 1.900 muertos y unos 400.000 posibles casos.
"El país está al borde de la hambruna y más del 60% de la población no sabe dónde obtendrá su próxima comida", concluyeron en un comunicado los directores de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus; del PMA, David Beasley; y de Unicef, Anthony Lake.
"Cerca del 80% de los niños en Yemen necesita ayuda humanitaria inmediata",añaden y precisan que "unos dos millones de estos niños sufren desnutrición aguda".
"La desnutrición hace que los niños sean más sensibles al cólera y las enfermedades crean mayor desnutrición: es una combinación viciosa", alertan los responsables, que visitaron Adén (sur), capital "provisional" del gobierno reconocido por la comunidad internacional, y Saná, capital controlada por los rebeldes.
En el conflicto en Yemen se enfrentan el gobierno apoyado por una coalición militar árabe dirigida por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, aliados a unidades del ejército que mantienen su lealtad al expresidente Alí Abdalá Saleh.
La situación se deterioró aún más con la explosión, a finales de abril, de una epidemia de cólera que podría alcanzar el umbral de 600.000 casos para finales de 2017, advirtió el domingo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), cuyo presidente, Peter Maurer, también visitó Yemen.
La OMS, Unicef y el PMA enfatizaron que un 99% de las personas afectadas por la enfermedad "pueden sobrevivir si tienen acceso a los servicios de salud", e instaron a la comunidad internacional a "redoblar los esfuerzos" para ayudar a Yemen a "hallar una solución política pacífica al conflicto".
Desde el inicio de la intervención de la coalición árabe, en marzo de 2015, los combates dejaron más de 8.000 muertos, principalmente civiles, y más de 44.500 heridos.
Los esfuerzos de paz están en punto muerto tras el fracaso de siete acuerdos de tregua negociados por la ONU.