Pensé decir palabrotas, porque indicaba otra fecha y lo del premio no me cuadraba, pero recordé unas palabras muy sabias de mi abuela: importa menos si el que otorga el premio se ha equivocado, lo que importa es que el que lo recibe tenga la ética suficiente para recibirlo o para rechazarlo si moralmente no corresponde.
En este caso me parece inmoral que la Unión Europea lo reciba. Son decenas o quizás muchas más las razones por las cuales no se debe premiar a este organismo, aunque afortunadamente el premio pasó sin mayor importancia; lo quise comentar con algunas personas y muchos lo ignoraban. ¿Será que está perdiendo credibilidad? No lo sé. Sí sé, que la Unión Europea calla dejando un olor a complicidad cuando no dice nada sobre los miles de periodistas encarcelados, torturados y asesinados en Turquía. Sin olvidar a centenares de miles de ciudadanos que han perdido el trabajo dejando a sus familias en total desamparo mientras se pudren en cárceles y campos de concentración, sin haber cometido más delito que pensar diferente a las autoridades turcas.
Tampoco opina ni dice nada sobre los miles de cadáveres de hombres, mujeres y niños que sirven de alimento a los tiburones, menos opina del derecho al asilo que tienen los perseguidos y que los socios de esta Unión se pasan por el trasero.
Se han cumplido muchos años de la invasión judía en Palestina, continúan los asesinatos, las torturas, la humillación, las burlas, las privaciones de movimientos de los legítimos habitantes de Palestina. Los judíos bombardean cuando les da la gana, invaden destruyendo viviendas y matando niños. Han sido condenados por los organismos internacionales, pero las condenas las guardan en la taza del váter. Una vergüenza que la premiada Unión comenta con sus socios entre banquetes, licores y marihuana. Pero si un palestino se manifiesta públicamente, entonces es un terrorista. Y yo hago otra pregunta: ¿Será que solo queda la violencia para protestar contra la violencia judía?
¿Qué dice la favorecida Unión sobre los habitantes de las regiones “autónomas” tibetanas ante la dictadura, el pillaje, el abuso y la prepotencia de China? Recuérdese, los chinos invaden el Tibet, nadie por cobardía dice nada. Y los invasores para lavar ante el mundo su espíritu criminal y colonialista les otorgan una “autonomía” es decir les roban la tierra, prohíben su cultura, su idioma, su religión, y como “actitud democrática” les conceden autonomía. Es de circo, pero la agraciada Unión guarda silencio.
Esta misma organización de países de Europa, dicta una norma sobre los inmigrantes, los mismos que consumen productos europeos, los que les cuidan a sus mayores, los que pasean sus perros, los que cuidan los hijos, los que trabajan sin seguridad social, sin pagas extras y sin atención médica, a todos esos “peligrosos” inmigrantes, esta Unión regalona, recomienda construir campos de concentración que llaman “Centros de Internamiento de Extranjeros” y encerrarlos entre basuras, violaciones, hambre, aislamiento y todo tipo de mierda que ningún ser humano merece. Y curiosamente el premio otorgado dice Premio de la Concordia. Alguien sabe lo que significa Concordia, pues cuando lo sepan se van a extrañar y se preguntaran, ¿tal vez querían decir premio a la Discordia cuando decidieron otorgarlo?...