El exgobernador del Banco de España (BdE) Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha defendido este jueves su actuación en la supervisión de la salida a Bolsa de Bankia y ha asegurado que los correos que pronosticaron la quiebra, que no llegó a leer, "estaban equivocados". El inspector que los redactó, que ha comparecido como testigo, se ha reafirmado en lo que escribió hace seis años: "Bankia era una máquina de perder dinero".
Fernández Ordónez y quien fuera su mano derecha en la entidad, Javier Aríztegui, han comparecido este jueves en la Audiencia Nacional como imputados en el caso Bankia. El primero ha estado declarando durante algo más de una hora, y como ya hiciese durante su declaración como testigo, ha insistido en que el Banco de España actuó correctamente durante aquella operación. Bankia se hundió en bolsa desde el día de su salida, en 2011, y tuvo que ser rescatada con 22.400 euros de dinero público.
Este fracaso se debió a "la segunda recesión" económica, ha explicado el exgobernador al tribunal, según fuentes jurídicas presentes en su declaración. Además, ha añadido que el sistema tenía una regulación deficiente que no le permitió afrontar en buenas condiciones la crisis financiera. Esa situación de "recesión inesperada" motivó la quiebra de Bankia, ha asegurado según fuentes jurídicas presentes en la declaración.
El inspector José Antonio Casaus alertó de que la salida a Bolsa de Bankia, con una estructura doble entre banco bueno y banco malo (BFA), sería un fracaso. Pronosticó en unos emails enviados a su superior de que habría que inyectarle dinero público en el futuro. Fernández Ordóñez ha confirmado que no recibió esos correos, como ya apuntó otro cargo del BdE imputado, y ha defendido la actuación de sus subordinados, que no le reenviaron los mails, porque "estaban equivocados".
"Nadie me dijo lo de la inviabilidad de Bankia e hicieron bien, porque los correos estaban equivocados", ha asegurado Fernández Ordóñez al tribunal. Según ha explicado luego el abogado de la Confederación Intersindical de Crédito, Andrés Herzog, no ha sido capaz de acotar en qué punto estaban equivocados esos emails, que pronosticaron el rescate público.
Bankia era "una máquina de perder dinero"
El inspector del Banco de España que redactó los correos alertando de la inviabilidad de Bankia meses antes de que comenzase a cotizar se ha reafirmado en sus advertencias. José Antonio Casaus ha dicho que no eran "espontáneos o poco pensados", como dijeron otros ex altos cargos, sino que se fueron reflexiones meditadas y consensuadas con todo su equipo.
A pesar de ello, nadie le contestó. Los supervisores a los que envió los correos no contestaron a sus advertencias. Ha admitido que pudo cometer algún error, sobre todo en la forma de referirse a BFA y a Bankia, pero que sí así lo advirtieron los jefes de supervisión, se lo deberían haber comunicado hace seis años. Ha añadido que nadie discutía su diágnóstico: "El grupo (BFA-Bankia) estaba muerto".
Casaus, que comparecía por segunda vez como testigo, asegura que escribió los emails preocupado por el efecto que la salida a Bolsa de Bankia afectase a los recursos públicos del Estado, como así sucedió. No se trataba solo de reflexiones de futuro, sino también de impresiones sobre las cuentas de la entidad.
Antes que Fernández Ordóñez ha declarado Aríztegui, su lugarteniente al frente del BdE. Durante algo más de una hora de declaración, el exsubgobernador ha seguido la línea que luego iba a mantener su antiguo jefe: el supervisor bancario no cometió errores con Bankia. Ha añadido que eran conscientes de los riesgos y que los tuvieron presentes.
Además, ha defendido que el BdE nunca recibió presiones políticas para forzar la salida a Bolsa de Bankia. Lo mismo ha dicho Fernández Ordóñez, quien también ha negado que él presionase a inversores para que comprasen acciones y garantizar que la entidad cataba los fondos que necesitaba.
Fernández Ordóñez y Aríztegui han cerrado la ronda de declaraciones de responsables del Banco de España y la CNMV sobre la salida a Bolsa de Bankia. A todos se les investiga por su posible responsabilidad en esta operación, y en concreto, la Audiencia Nacional trata de averiguar qué hicieron los responsables del supervisor bancario con los correos que alertaban de la futura quiebra de Bankia.
Marcos Pinheiro
eldiario.es
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