El exvicepresidente Lenín Moreno logró lo segundo pero no lo primero, al obtener un 39.2% de los votos, sacándole casi 11 puntos de ventaja a su rival, el empresario Guillermo Lasso. Moreno estuvo muy cerca de imponerse en primera vuelta pero, debido a estos resultados, va a ser necesaria una segunda vuelta.
Esta se realizará el próximo 2 de abril, y en ella unos 12 millones de ecuatorianos elegirán al reemplazo de Rafael Correa, tras 10 años de correísmo. Oficialismo y oposición ya se preparan para esta cita definitiva no solo para Ecuador sino también para América Latina, debido a que una posible victoria de la derecha significaría un golpe, casi que de muerte, para la izquierda latinoamericana. El presidente Correa, quien promueve la candidatura de Moreno, fue uno de los primeros en pronunciarse.
"Si hay segunda vuelta, los volveremos a derrotar. ¡Hasta la victoria siempre!", expresó Correa, a través de su cuenta de Twitter. Moreno, por su parte, aunque sigue aferrado a la posibilidad de ganar en segunda vuelta debido a que el CNE no ha terminado de contar todos los votos, ha dicho que "si es que hay segunda vuelta, será el pueblo ecuatoriano el que tome la decisión final". Lasso se ha mostrado más confiado y es que la segunda vuelta es, de alguna forma, una victoria para él y abre la posibilidad de que, mediante una coalición de derecha, saque a la izquierda del poder.
"Hoy tenemos que impulsar la más grande unidad en el Ecuador. La unidad del 61% de ecuatorianos que no quiere el continuismo", sostuvo Lasso en una entrevista con un medio ecuatoriano. El empresario ya ha recibido el apoyo de la senadora Cynthia Viteri, quien quedó tercera en la contienda presidencial. Esta segunda vuelta se da en un momento en el que, pese a los buenos resultados económicos de años pasados, Ecuador, como gran parte de América Latina, pasa por una crisis producto, entre otras, de la caída de los precios del petróleo.