François Hollande teme que solución de los dos Estados "está en peligro" por avance de colonización israelí e incremento de violencia palestina. Militares retirados israelíes creen que solución de "dos Estados para dos pueblos" es la única viable para resolver el conflicto palestino-israelí.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, criticó la conferencia de paz que se celebra este domingo en París como "inútil" y aseguró durante la reunión semanal de su Gabinete en Jerusalén que Francia y los palestinos se habían puesto de acuerdo previamente.
"Su objetivo es imponer condiciones a Israel que no se corresponden con las necesidades nacionales", dijo el jefe de Gobierno israelí. Francia intenta impulsar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, explicó DPA.
La conferencia, en la que participan más de 70 países y organizaciones internacionales, aleja todavía más un acuerdo de paz, dijo Netanyahu. "Lleva a que los palestinos endurezcan sus posiciones y los aleja de las negociaciones directas sin condiciones previas", dijo.
Israel teme que se impongan desde fuera unas condiciones de paz, mientras que los palestinos han saludado la iniciativa.
Netanyahu describió la conferencia como los "últimos tics de un mundo pasado". Israel confía en un mayor apoyo del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "El mañana será diferente, y el mañana está muy cerca", dijo Netanyahu.
Kerry garantiza que conferencia de París no tendrá consecuencias
El secretario de Estado de Estados Unidos, John F. Kerry, garantizó este domingo al primer ministro israelí que la conferencia de París no tendrá consecuencias irreversibles para Israel ni tampoco continuidad en una posible resolución de condena de la Organización de Naciones Unidas (ONU), informan medios locales.
Kerry, quien participa en la conferencia en lo que parece su último acto oficial de alto nivel, telefoneó a Netanyahu para prometerle que el documento final de la reunión no supondrá ninguna acción o sanción en la ONU o en otro foro internacional hasta el 20 de enero, cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, dejará el cargo y será sustituido por Donald Trump, acotó Efe.
Tanto el servicio de noticias Ynet como el diario Haaretz, que citan fuentes oficiales israelíes que no identifican, se refirieron en este sentido a los temores del primer ministro israelí sobre una iniciativa internacional relámpago como la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el 23 de diciembre de 2016, que condenó los asentamientos judíos en territorio ocupado.
Israel cree que la conferencia de paz, convocada por Francia y en la que participan alrededor de 70 países pero de la que están ausentes israelíes y palestinos, puede ser un nuevo eslabón en la cadena de presiones internacionales que comenzó con la resolución 2334 y su inmediata consecuencia como fue el discurso de Kerry en Washington sobre Medio Oriente.
Medios locales informaron de que durante el fin de semana Netanyahu ha estado en contacto con varios de los líderes participantes en la reunión de París para intentar disipar cualquier amenaza diplomática contra su país en ese sentido.
El secretario de Estado aseguró a Netanyahu que EEUU se opondría a la iniciativa de cualquier país que tratase de pasar una nueva resolución en foros internacionales, y que la diplomacia norteamericana está trabajando para suavizar el texto de la declaración de París.
Según Haaretz, el texto final aún no había sido redactado por desacuerdos entre las partes.
En su discurso de este domingo, el presidente francés, François Hollande, alertó de que la solución de los dos Estados "está en peligro" tanto por el avance de la colonización israelí como por el incremento de la violencia palestina.
Pero precisó que "no se trata de dictar a las partes los parámetros de la solución", sino de incitarles a que regresen a la mesa de negociación, donde no se sientan desde abril de 2014.
Ex altos mandos piden a Netanyahu separar a Israel de los palestinos
Cerca de 250 exmiembros de los cuerpos de seguridad de Israel han firmado una petición pública en la que instan al Gobierno de Netanyahu a que el país "se separe de los palestinos" cuanto antes.
"Si no nos separamos de los palestinos, (el Estado de) Israel será menos judío y menos seguro. Tenemos que separarnos ahora", reza una campaña lanzada por internet y también mediante grandes anuncios publicados desde este domingo en medios locales.
A toda página y con un mensaje en árabe (con la invitación de llamar a un buzón para obtener su traducción al hebreo), la campaña "Pronto seremos mayoría" trata de concienciar a los israelíes de que si Israel no lleva a cabo una separación física de los palestinos pronto habrá "un Estado para dos pueblos" y se llamará "Palestina".
Entre los firmantes más de doscientas mandos, entre ellos dos antiguos directores de los servicios secretos Mosad y Shabak, un exjefe del Estado Mayor del Ejército o un excomisario jefe de la Policía.
El grupo, autodenominado "Comandantes para la seguridad de Israel", destaca que en el territorio ocupado de Cisjordania viven unos dos millones y medio de palestinos que "no desaparecerán" y que "pronto serán la mayoría" si no se lleva a cabo un plan de separación.
El grupo asume la solución de "dos Estados para dos pueblos" como la única viable para resolver el conflicto palestino-israelí, si bien entiende que en estos momentos no se dan las circunstancias para una solución negociada y, por tanto, insta a Netanyahu a un plan unilateral.
Israel ya llevó a cabo una retirada unilateral en 2005, la de Gaza, que fue apoyada por algunos de los altos mandos que firman la actual campaña, entre ellos el entonces jefe del Ejército, Dan Jalutz.
La iniciativa se ha hecho pública el mismo día en que representantes de unos 70 países, además de la ONU, la UE, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica, se reúnen en París -sin presencia israelí ni palestina- para analizar cómo relanzar el proceso de paz en Oriente Medio con el apoyo a la solución de dos Estados como única salida práctica.
La campaña tiene un coste de varios millones de shékels (1 shékels 0,26 dólares) y ha sido financiada por individuos privados de dentro y fuera de Israel.
Y aunque sus organizadores insisten en que se trata de un llamamiento apolítico guiado exclusivamente por los intereses nacionales, algunos de sus firmantes participaron en 2015 en campañas contra la candidatura de Netanyhau a la jefatura del Gobierno israelí.