Inesperadamente, el equipo halló una biodiversidad única en el mundo. “Encontramos especies nuevas de coleóptera y diplura”, explicó el paleontólogo Kazimir Miculinic, miembro de la sociedad de Bioespeolología de Croacia. Es decir: insectos como los escarabajos, por ejemplo, y una clase de artrópodos propios de la biota del suelo.
El territorio donde se descubrieron las 30 especies nuevas hace parte de los Alpes Dináricos, una cadena montañosa que cubre el 50% del país europeo, siendo considerada una zona importante a nivel mundial para la biodiversidad de la fauna subterránea. “Estos son nuestros animales raros, nuestras ballenas jorobadas, aunque –tenemos que admitir- son diminutas y viven bajo la tierra”, bromeó Miculinic durante una rueda de prensa.
En este momento, los expertos han clasificado 175 especies dentro de este hábitat y esperan que nuevas búsquedas subterráneas arrojen más especies biológicas.