Celia Cruz, la Reina indiscutida del género tropical

¡¡¡Azúuuuucar!!!

Fue su frase, su grito de guerra y su anécdota más célebre. A principios de los '60 y ya alejada de su natal Cuba, Celia Cruz compartía una cena con amigos en un restaurante de Miami cuando el camarero, que llegaba con el café, preguntó: "¿Con azúcar?". Sorprendida ella respondió: "¡Cómo que con azúcar!.. ¡Si es café cubano amargo! ¡Por supuesto que con azúuuuucar!". Cruz se presentó esa noche en un club de la ciudad y contó la anécdota, y lo hizo mil veces más. Hasta que un día se cansó y empezó a resumir el cuento con un escueto, pero no menos sonoro: "¡Azúcaaaa!".

El 16 de julio de 2003, un frío comunicado fechado en Nueva York y enviado por su representante Blanca Lasalle anunció el fin de toda una vida dedicada a la música latina:: "A los 78 años, Celia Cruz ha dejado de existir víctima de un tumor cerebral". La llamada "reina de la salsa", al momento de su muerte estaba acompañada de su esposo, el trompetista Pedro Knight, y a sólo días de que falleciera otra gloria de la época dorada de la música cubana, Compay Segundo.

Celia Cruz no se llevaba muy bien con la estrella del Buena Vista Social Club. No sólo porque en la televisión holandesa Segundo dijo (un poco socarrón) que la cantante tenía 80 años y que se conservaba bien. Sino también por las diferencias ideológicas que tenía con Fidel y la revolución, y que la llevaron a alejarse de La Habana a principios de los '60. "Me sube la temperatura cuando lo oigo (a Compay) soltando maravillas del tipo ése (Castro)". Eso, aunque con Compay compartió la época dorada del son y el mambo, en la controvertida y mítica Cuba de Fulgencio Batista, y hasta llegó a cantar en una emisora comunista llamada la Mil Diez.

Sus orígenes

Hija de un fogonero (Simón Cruz), Celia, la segunda de cuatro hermanos, empezó cantando en emisoras marginales hasta convertirse en una artista juvenil en esa Habana donde llegaban aviones con norteamericanos para ver shows de Carmen Miranda y Nat King Cole. Puso su voz para jingles y anuncios de productos como Cerveza Hatuey y Café Pilón en radios como CMQ y Progreso, hasta que la Sonora Matancera decidió contratarla como solista. Fue una de las primeras mujeres en asumir esas funciones, y con ese elenco Cruz se presentó en el famoso Tropicana hasta que la revolución la espantó y el 15 de julio de 1960 enfiló hacia México y de ahí a Estados Unidos.

Nunca aprendió inglés, pero se nacionalizó y se convirtió en la artista latina más respetada de ese país. Grabó 70 álbumes y recibió más de un centenar de premios. Apareció en 10 películas y con gente como Tito Puente, Johnny Pacheco, Willy Colón y Fania All Stars bautizó en los '70, el género de la salsa.

Sus comienzos

En sus años adolescentes, Celia Cruz cantaba y bailaba en las "corralas" habaneras y participaba en programas radiofónicos para aficionados, como La Hora del Té o La Corte Suprema del Aire,

Más tarde cantó en las orquestas Gloria Matancera y Sonora Caracas y formó parte del espectáculo Las mulatas de fuego, que recorrió Venezuela y México. En 1950 ya había intervenido en varias emisoras cuando pasó a integrar el elenco del cabaret Tropicana, donde la descubrió el director de la Sonora Matancera, el guitarrista Rogelio Martínez, y la contrató para reemplazar a Mirta Silva, la solista oficial de la orquesta.

Celia Cruz en 1950

A lo largo de los años cincuenta Celia Cruz y la Sonora Matancera brillaron en la Cuba de Pío Leyva, Tito Gómez y Barbarito Díez; del irrepetible Benny Moré, del dúo Los Compadres, con Compay Primero (Lorenzo Hierrezuelo) y Compay Segundo

Celia Cruz se había ganado ya varios de los apodos y títulos con que quisieron distinguirla. Fue la Reina Rumba, la Guarachera de Oriente y, desde las primeras giras -por México, Argentina, Venezuela, Colombia. la Guarachera de Cuba.

Era la Cuba corrupta y bullanguera de Fulgencio Batista. Cuando el dictador se vio obligado a refugiarse en la República Dominicana ante el triunfo de los castristas, el 1 de enero de 1959, la orquesta tuvo que andar otros caminos. Según la cantante, desde entonces soportaba mal que le dijeran qué y dónde tenía que cantar. El 15 de julio de 1960 la banda en pleno consiguió el permiso para presentarse en México y, una vez allí, en parte impulsada por el agravamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, decidió no regresar.

Su máxima obsesión era coleccionar zapatos, anteojos y pelucas y su máximo sueño, regresar a Cuba. Nunca pudo retornar a su patria ni siquiera cuando murió su madre en 1962. "Nunca se lo perdonaré (a Castro) -recordaba en una entrevista-. Estoy en una carrera con el innombrable a ver quién se muere primero para volver". El día 16 de julio de 2003, Fidel Castro ganó la competencia.

El secreto mejor guardado de Celia

Celia Cruz nunca confesó su edad. Se decía incluso que su propio esposo, el primer trompetista de la célebre Sonora Matancera, Pedro Knight con quien se casó en 1963, la ignoraba. Las dudas surgieron por la propia ambigüedad con que Celia abordó siempre este tema incluso en sus años más jóvenes.

Aquella duda que durante toda su vida acompañó a Celia Cruz habría quedado despejada al momento de anunciarse su fallecimiento ya que el comunicado oficial comenzaba con la frase "A los 78 años, Celia Cruz ha dejado de existir.

Algunas biografías de la artista situaban la fecha de su nacimiento en 1923 y otras, en 1921 situación que habría llevado a la artista a mantener siempre en el misterio el verdadero año de su natalicio al punto que ella misma afirmaba "haberlo olvidado completamente".