Inicialmente, a los encuestados se les preguntó si habían tenido algún tipo de encuentro sexual durante un vuelo, y en qué lugar se había producido, un 11% de los encuestados contestó que lo habían tenido en el baño, un 6% en su asiento y un 83% contestó que no lo habían tenido.
Al profundizar un poco en la encuesta, a todos aquellos que admitieron haber tenido un encuentro íntimo en sus asientos se les preguntó si les habían pillado. Casi la mitad de los encuestados, 48%, declaró que no, mientras que un 29% dijo que no estaban seguros y un 23% fueron descubiertos por otro pasajero o por un tripulante de cabina.
Las respuestas más comunes al preguntar sobre las causas por las que tuvieron un encuentro sexual en sus asientos fueron:
1. Por la emoción de ser pillados.
2. No había nadie en los asientos de al lado que pudiera descubrirlos.
3. Siempre había sido su fantasía.
4. Al inspirarse en la literatura, como en “50 sombras de Grey”.
5. Porque iban borrachos.
Según la encuesta, los elementos principales para encubrir sus actividades sexuales en sus asientos habían sido: abrigos (42%), mantas (38%) y equipaje de mano (15%).
En cuanto a nacionalidades, los españoles no son muy fogosos, siendo los viajeros franceses, italianos y británicos mucho más impulsivos que nosotros. Los resultados mostraron que los franceses son los que más, un 24% de los encuestados admitieron haberlo hecho, los italianos y los británicos también son más traviesos que los españoles, con un 18 y un 11% respectivamente, mientras que los alemanes son los más conservadores de Europa, con solo un 4%.
Antoine Michelat, co-fundador de jetcost ha dicho: “Aunque mucho se ha escrito sobre encuentros sexuales en los aviones y siempre ha sido una de las grandes fantasías de los pasajeros, una cosa es tener un encuentro sexual con tu pareja en el baño del avión lejos de los ojos de otros pasajeros y otra completamente diferente es hacerlo en sus propios asientos. Ahí, están rodeados por otros pasajeros, familias con hijos o personas de diferente opción moral o religiosa. Creo que hay un tiempo y un lugar para todo en la vida y una cabina pública de un avión no creo que sea el mejor sitio”