El Imserso celebra los días 18, 19 y 20 de noviembre las jornadas “Aspectos claves en la prevención del maltrato hacia las mujeres mayores”. El día 18 inauguraron las jornadas el presidente de UDP, Luis Martín Pindado, junto a César Antón, director general del Imserso, y Blanca Hernández, delegada del Gobierno para la Violencia de Género.
Para Pindado, "La educación, la concienciación ciudadana a la vez que unos recursos accesibles para la atención de las mujeres mayores dependientes son imprescindibles para prevenir y tratar las situaciones de discriminación por razón de género que conducen a su maltrato. Pero igualmente es importante evitar esas situaciones de discriminación que afecta a la mujer cuidadora y que favorece la aparición del abuso".
Las jornadas pretenden delimitar las causas y características del maltrato y violencia hacia la mujer mayor; identificar los mecanismos para detectar estas situaciones y desarrollar las medidas de intervención necesarias; y definir el papel de las administraciones públicas y privadas y sus profesionales, en la prevención y tratamiento de situaciones de discriminación por razón de género en las mujeres mayores.
El proceso natural de envejecimiento lleva consigo situaciones de fragilidad y dependencia, tanto funcional como emocional, dando lugar a que, las personas mayores puedan convertirse en víctimas de malos tratos y violencia incluso en su propio entorno familiar.
Según previsiones de la OMS (Regional Office for Europe 2011: viii), el número de casos de maltrato en las personas mayores puede verse incrementado en el futuro, teniendo en cuenta que muchos países experimentan un rápido envejecimiento de su población cuyas necesidades no podrán ser fácilmente atendidas debido a la limitación de los recursos existentes.
Los estereotipos y actitudes negativas hacia los mayores constituyen, sin duda, un caldo de cultivo para el abuso y la violencia en nuestra sociedad, convirtiéndose en un grave problema que resulta muy difícil de abordar dado el miedo de las personas mayores a denunciar a personas de su entorno familiar, residencial o institucional de los que dependen su cuidado y su supervivencia.
Esta situación se incrementa notablemente en el caso de las mujeres mayores que se convierten a menudo en víctimas de violencia física, psicológica o económica muy asociada a la discriminación no solo por razón de género sino también de edad.
Evitar las situaciones de maltrato, abuso o violencia hacia los mayores, tanto en el entorno familiar como en el institucional, puede ser una de las claves para abordar este importante problema social tan difícil de detectar. Se hace necesario desarrollar estrategias de prevención que permitan a las personas mayores vulnerables disfrutar de un envejecimiento digno y saludable. Estas estrategias deberían incluir medidas integrales encaminadas a la sensibilización social, formación de cuidadores formales e informales, elaboración de protocolos y guías o creación de servicios de detección y apoyo.