Se están dando casos donde las enfermedades de estas personas, diagnosticadas con anterioridad a la nueva ley, no pueden seguir con los tratamientos médicos.
Tampoco se emiten tarjetas sanitarias para las personas que están renovando sus permisos pero aún no tienen el NIE de plástico.
En estos casos, impera una visita al Centro de Salud que corresponda. Así podemos conseguir, por ejemplo, presentando una serie de documentación y hablando con los responsables oportunos, que nos emitan un certificado, que, aunque no sea la tarjeta sanitaria, servirá a todos los efectos para poder ser atendidos, no sólo en los servicios de urgencias, sino en los centros de medicina general, en los especialistas y para obtener medicamentos a través del Sistema Público de Sanidad.
La validez de estos certificados alcanza un máximo de tres meses, durante los cuales pueden estar cubiertos estos ciudadanos extranjeros, con la posibilidad de ser renovados, dependiendo del cambio o mejora de las circunstancias de la persona a nivel administrativo.
Al menos, hay que intentarlo.