Herido como del rayo, te han sobrado las ganas de vivir. De tanto como has vivido.
Tu querida tierra de Ortigueira ya te abraza, junto a tus mayores.
En vano esperaremos tus relatos gastronómicos tan minuciosamente documentados, y ese estilo desenfadado de excelente prosa galaica mariñeira. Ni escucharemos tu inimitable, y bien timbrada voz, que tu radio… Exterior de España, trasladó a los cinco continentes.
Paloma ¡Dios como la has querido!, y tus tres hijos ¡orgulloso paterfamilias! Ahora tendrán que rebuscar en tus libretas de apuntes, las recetas que les guisabas a diario, recordando tu destreza coquinaria.
No me olvidaré de ti Manolo Méndez. Ni de los que marcharon antes… Por los que iremos más tarde.
Descansa en Paz. Amigo.