Las tres militantes kurdas fueron halladas muertas a tiros en ese lugar, donde se concentran desde primera hora de hoy decenas de kurdos residentes en París, según pudo comprobar Efe.
Cada una de las tres víctimas tenían una bala en la cabeza, lo que llevó a la policía francesa a decir que se trató de "una ejecución preparada".
Una de las fallecidas, Fidan Dogan, trabajaba en el Centro y era la representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán. Las otras dos estaban de paso en París: Sakine Cansiz, miembro fundadora del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y Leyla Soylemez, presentada como joven activista.
"Nuestro único enemigo es Turquía", dijo a Efe Edart, al lamentar lo ocurrido "en un momento en que hablamos de paz".
El representante de los kurdos en el exilio aludía a las conversaciones que hace unos días iniciaron altos cargos del Estado turco con Abdulá Ocalan, el líder del PKK encarcelado desde 1999 en Turquía, sobre un posible desarme del proscrito grupo de guerrilleros kurdos.
Edart pidió a las autoridades francesas hagan todo lo posible por encontrar a los responsables de las muertes de las tres mujeres.